Es usual encontrarse con búsquedas en internet que dicen: “qué es el tipo de cambio” o “dólares a pesos”. Se trata de la intención de búsqueda de personas que quieren saber a cuánto pueden comprar dólares estadounidenses usando sus pesos. Dejando en evidencia un hecho innegable: Las personas prefieren guardar su capital en la moneda estadounidense.

Ahora bien, ¿sabías que esto no siempre fue así? Es decir, hace unos siglos, el peso mexicano era el referente mundial en cambios internacionales, y todas las naciones negociaban con esta moneda. No fue hasta el siglo pasado que su realidad cambió por completo. Pero para saber por qué sucedió, es preciso entender cuál es la historia del peso mexicano.

Orígenes del Peso Mexicano y su circulación paralela con el Dólar Español

Es posible que no supieras que la historia del peso mexicano está fuertemente enlazada con el Real de a Ocho, que era una moneda que circulaba durante la época colonial de España. Dicha moneda, que era acuñada en las casas de la moneda que se ubicaban en México, y otras regiones controladas por el Imperio Español, fue muy reconocida por su pureza y su peso estandarizado. Esto la convirtió en una de las primeras monedas que se aceptaban a nivel mundial, y que fue conocida globalmente como el “peso español” o “dólar español”.

Dicho esto, el Real de a Ocho fue indispensable en el comercio internacional, sobre todo en regiones como Europa, Asia, y en América en general. Y esta marcó un precedente que luego se convertiría en la base de la creación del peso (mexicano).

El peso y el dólar español: Su reputación en el globo

Durante el siglo XVIII, el peso como el dólar español coexistieron de tal forma que eran considerados como referencias globales en cualquier comercio. Por ejemplo, si indagamos su relevancia en Asia, notaremos que el Real de a Ocho fue especial y gozaba de buena reputación. Un prestigio que logró mantener el peso incluso después de su independencia, proyectando una gran influencia económica que sobrepasaba sus fronteras.

En este sentido, el peso mexicano mantuvo un impacto considerable en la economía de otras colonias, además del comercio internacional. Esto gracias a la producción de plata en México, que logró mantener un flujo de capital hacia Europa y Asia, facilitando su expansión económica. De esta manera, México desempeñaba un papel importantísimo como proveedor de monedas en todo el mundo, estableciendo su peso como un símbolo de confianza y de estabilidad.

La consolidación del peso y el crecimiento del dólar en el siglo XIX

México logró independizarse en el año 1821, haciendo que el peso se convirtiera en su moneda oficial, heredando consigo toda la influencia y prestigio que arrastraba el Real de a Ocho. No obstante, adoptar el peso mexicano como un símbolo de soberanía resultó en la confrontación de diferentes retos.

Es decir, siendo México un estado tan joven, con una aparente inestabilidad política, con conflictos internos y una economía debilitada a raíz de los conflictos previos, se le complicó, en primera instancia, consolidar el peso. Asimismo, se enfrentó a grandes guerras, como la ocupación de Estados Unidos y Francia en sus tierras, lo que supuso un crecimiento de la deuda externa. Esto, a su vez, forzó al gobierno a emitir más del peso mexicano para financiarse, ocasionando una creciente inflación y la pérdida de la confianza en la moneda.

Sin embargo, a pesar de que el país y su moneda presentaban dificultades, logró mantenerse firme en el mercado internacional, todo gracias a que en México se producía plata. Fue debido a esta riqueza minera que el país logró respaldar el peso y atraer a otros agentes dentro del mercado global con la necesidad de una moneda confiable.

El alza del dólar estadounidense como moneda de referencia

De forma paralela, el dólar estadounidense también comenzó a ganar fuerza como otra de las monedas de referencia, pero en su hemisferio. Un hecho que se respaldó gracias a la expansión territorial de EE.UU. Lo que acrecentó su estabilidad económica.

Mientras el dólar presentaba este crecimiento sostenido, el peso mexicano se seguía enfrentando a varios problemas que comprometían su posición como una moneda en la que se podía confiar. Uno de los puntos que la mantuvo a flote fue que era el suceso del Real de a Ocho, por lo que seguía teniendo peso en las transacciones globales, sobre todo, en América Latina y Asia. Lo que, hasta cierto punto, significaba una barrera que el dólar estadounidense no podría sobrepasar por el momento.

Influencia del Patrón Oro y la estabilidad monetaria

Un punto en la historia que marcó la era de las monedas fue el Patrón Oro, que era un sistema en el que se vinculaba a las monedas con el valor que tuviera el oro en ese momento. Fue gracias a este mecanismo que se abordó una era de estabilidad nunca antes vista, y se efectuó a finales del siglo XIX y comienzo del siglo XX.

En este sentido, dicho sistema permitiría fijar los tipos de cambio que había entre las monedas al valor intrínseco del oro que estas mismas respaldaban. Hacer esto facilitó en gran medida el comercio internacional, porque se puso establecer un medio para frenar la inflación. En México, gracias a su abundante riqueza en minerales, intentó integrarse a esta estrategia para, finalmente, consolidar el peso mexicano.

La adhesión de México al sistema Patrón Oro

Durante la segunda mitad del siglo XIX, México logró establecer el mecanismo de Patrón Oro para respaldar su moneda, lo que significó un paso esencial después de tantos años turbulentos en su economía. Esta fue una decisión ejecutada por el en ese entonces presidente de México Porfirio Díaz. De hecho, la postura de este mandatario destacar por el enfoque que tenían sus reformas para intentar incluir a México dentro del mercado global.

Fue debido a la adopción del patrón oro que el peso mexicano pudo mantenerse firme, a pesar de las dificultades, como una moneda de referencia, ahora respaldada por las riquezas de oro en el país.

Impacto en el tipo de cambio entre el peso y el dólar

Gracias al establecimiento del patrón oro como mecanismo de respaldo, el cambio del dólar a peso se estabilizó, lo que redujo significativamente la volatilidad en el mercado local. No obstante, su relación seguía dependiendo de factores externos, como las políticas internacionales y el valor global del oro.

Y aunque el peso mexicano lograba estabilizarse gracias a las medidas recientes, el dólar estadounidense continuaba su crecimiento a la par de la economía de EE.UU. Convirtiéndose en la moneda dominante del mercado.

Las crisis globales y sus efectos en la economía

Pero no todo en esta época fue positivo. Y es que, durante este período, aconteció lo que se conoce como la Gran Depresión, cuyo efecto fue definitivo para el patrón de oro que se estaba usando en ese momento. Se trató de un golpe duro para todos los países que empleaban este régimen para respaldar sus monedas. En el caso de México, significó una separación mucho más pronunciada entre el peso y el dólar.

Devaluación de 1954 y el fin de una era para el Peso Mexicano

El peso mexicano ya había sufrido un gran golpe debido a la gran depresión del 29, y en 1959, sufre por primera vez en su historia una gran devaluación frente al dólar. Esto marcó el fin de la era de estabilidad que se logró durante tantos años desde la primera versión del peso.

Este evento fue solo el comienzo de una serie de disputas internas y presiones internacionales. La devaluación llevó el tipo de cambio dólares a pesos de 8,65 a 12,50. Esto generó un impacto tan grande en la economía de México que afecto de igual manera su relación con los mercados internacionales.

¿Por qué se originó esta devaluación?

A pesar de que el país se las arregló para conseguir una estabilidad en su peso, tanto México como otros países sufrieron las marcas de la Segunda Guerra Mundial.

A esto se le sumó el crecimiento desigual de la población en México, que demandaban por propuestas sociales efectivas y la necesidad imperante por modernizar la infraestructura crítica. Ante la poca respuesta del Estado, los conflictos internos se intensificaron, ahondado todavía más la crisis que atravesaban.

Por otro parte, la implementación de los modelos de industrialización, que requerían divisas para adquirir tecnología extranjera, dejó las reservas internacionales en cero. Sumándole a esto una balanza comercial negativa, producto del creciente volumen de importaciones con respecto a las exportaciones.

Por otro lado, las políticas estadounidenses y el fortalecimiento de su moneda hicieron que la situación se complicara aún más para el peso mexicano.

Consecuencias para el peso y la población mexicana

Finalmente, el mercado internacional perdió la confianza en el peso como un referente en los intercambios comerciales, comenzando a usar el dólar como referente indiscutible.

En cuanto a la población, se vio mermada su capacidad para comprar productos y servicios. Al mismo tiempo, el costo de vida incrementó, aumentando el margen que existía entre las diferentes clases, sobre todo las de media y baja.