Los gobiernos y bancos centrales suelen apuntar a una tasa de inflación anual del 2 al 3% para mantener la estabilidad y el crecimiento económico. Cuando la inflación “se dispara” y los precios aumentan demasiado rápido, se emplean herramientas restrictivas o ‘restrictivas’ tanto monetarias como fiscales. Si los precios comienzan a caer en general, como es el caso de la deflación, se utilizan herramientas monetarias y fiscales ‘flexibles’ o expansivas. Sin embargo, este tipo de herramientas son potencialmente más difíciles de aplicar debido a limitaciones técnicas y del mundo real.

¿Qué es la deflación y por qué es importante?

La deflación ocurre cuando los niveles de precios en una economía disminuyen, lo que hace que las personas prefieran guardar efectivo en lugar de gastarlo en bienes que serán más baratos en el futuro. Como resultado, la deflación puede hacer que una economía se paralice, por lo que los bancos centrales y los gobiernos intentan combatir la inflación cuando surge. Aquí analizamos algunas herramientas monetarias y fiscales que pueden utilizarse para combatir la deflación y evitar que los precios y la actividad económica se desplomen.

¿Cómo ocurre la deflación y por qué es un problema?

La deflación es un problema económico grave que puede agravar una crisis y convertir una recesión en una depresión total. Cuando los precios caen y se espera que sigan disminuyendo en el futuro, las empresas y las personas eligen guardar dinero en lugar de gastarlo o invertirlo. Esto conduce a una disminución de la demanda, lo que a su vez obliga a las empresas a reducir la producción y vender inventarios a precios aún más bajos.

Las empresas despiden a trabajadores y los desempleados tienen más dificultades para encontrar trabajo. Eventualmente, no pueden cumplir con las deudas, lo que causa quiebras y escasez de crédito y liquidez conocida como una espiral deflacionaria. Esta situación es aterradora y los responsables de las políticas harán todo lo necesario para evitar caer en un agujero económico de tal magnitud.

¿Qué herramientas se utilizan para combatir la deflación?

Herramientas de Política Monetaria

  • Reducir los límites de reserva bancaria: Al relajar los límites de reserva de los bancos, se incentiva la generación de nuevos préstamos para inversión y consumo.
  • Operaciones de mercado abierto (OMO): Las compras de valores del Tesoro en el mercado abierto aumentan la oferta de dinero y fomentan el gasto de las personas.
  • Reducir la tasa de interés objetivo: Bajar las tasas de interés hace que sea más barato pedir prestado dinero e incentiva nuevas inversiones.
  • Flexibilización cuantitativa: Cuando las tasas de interés nominales se reducen a cero, los bancos centrales recurren a la flexibilización cuantitativa para inyectar más dinero en el sistema financiero.
  • Tasas de interés negativas: Establecer una tasa de interés nominal negativa puede impulsar el gasto en lugar de ahorrar.

Herramientas de Política Fiscal

  • Aumentar el gasto público: El gobierno puede aumentar el gasto para estimular la demanda agregada y mantener la producción y el empleo.
  • Reducir las tasas impositivas: La reducción de impuestos puede incentivar el gasto y la inversión al dejar más ingresos en manos de las empresas y los empleados.

Mientras combatir la deflación es un poco más complicado que contener la inflación, los gobiernos y los bancos centrales cuentan con una variedad de herramientas que pueden utilizar para estimular la demanda y el crecimiento económico. El riesgo de una espiral deflacionaria puede llevar a una cascada de resultados negativos que perjudican a todos. Al utilizar herramientas fiscales y monetarias expansivas, incluidos algunos métodos no convencionales, los precios en declive pueden revertirse y la demanda agregada restaurada.