La inversión en fondos cotizados en bolsa (ETFs) frente a los fondos mutuos es un debate continuo que probablemente nunca terminará. Hay partidarios y detractores en ambos bandos y mientras estos productos sigan existiendo, los inversionistas verterán billones de dólares en ambos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, pero esa es una discusión para otro momento.

Qué son los ETFs y por qué son importantes

Los ETFs han ganado popularidad como una forma para que los inversionistas accedan a una cesta diversificada de valores que siguen una clase de activo, índice o sector industrial específico. Debido a que los ETFs cotizan en bolsas de valores, los inversionistas pueden obtener exposición a ciertas clases de activos a las que sería difícil acceder de otra manera, como bienes raíces, materias primas, bonos o divisas. Aquí, analizaremos solo algunos ejemplos de los tipos de ETFs que podrías considerar agregar a tu cartera.

¿Cómo se construyen los ETFs?

Antes de abordar los tipos de fondos cotizados en bolsa, echemos un vistazo breve a su construcción. Los ETFs se compran y venden como acciones. Son fáciles de poseer, lo que los hace atractivos tanto para profesionales como para amateurs. Sin embargo, es importante entender cómo están construidos para comprender los riesgos implicados.

“Las acciones de valores prestados se mantienen en un fideicomiso para imitar un índice en particular. Se forman unidades de creación que representan grupos de esas acciones prestadas. El fideicomiso emite acciones de ETF, que representan una pequeña parte de las unidades de creación, y esas acciones se venden al público”

Uno de los mayores riesgos con los ETFs es la liquidez. Dado que los ETFs pueden venderse en corto, si se produce un pánico y un fondo en particular es objeto de muchas ventas en corto, es posible que el fondo no tenga suficiente efectivo para satisfacer esas órdenes. Este riesgo puede mitigarse seleccionando ETFs con un buen nivel de liquidez.

Principales tipos de ETFs

  • ETFs de renta variable
  • ETFs de bonos/renta fija
  • ETFs de materias primas
  • ETFs de divisas
  • ETFs inmobiliarios
  • ETFs especializados

Fondos de renta variable

La mayoría de los ETFs siguen índices o sectores de acciones. Algunos ETFs de índice imitan un índice en su totalidad, y otros utilizan muestreo representativo, que se desvía ligeramente al usar futuros, opciones, contratos de permuta e incluso acciones que a veces no se encuentran en el índice.

La proliferación de ETFs brinda a los inversionistas una forma económica de lograr diversificación en sus carteras. Ya sea que desees capturar una parte específica de las acciones mundiales, un sector amplio o un mercado de nicho, hay un ETF para eso. Los inversionistas incluso pueden construir una cartera completamente diversificada usando solo ETFs.

Fondos de bonos/renta fija

La mayoría de los profesionales financieros recomiendan que inviertas una parte de tu cartera en valores de renta fija como bonos y ETFs de bonos. Esto se debe a que los bonos tienden a reducir la volatilidad de una cartera, al tiempo que proporcionan un flujo adicional de ingresos.

Fondos de materias primas

Antes de invertir en ETFs de materias primas, es importante entender por qué estás interesado en ellas en primer lugar. Históricamente, las materias primas tienen poca correlación de precios con las acciones. Los expertos sugieren que la asignación estratégica de activos representa el 90% de la rentabilidad de una cartera.

“Sin embargo, no es suficiente tener acciones, bonos, efectivo, materias primas y bienes raíces en tu cartera. También debes diversificar dentro de cada una de esas clases de activos.”

Fondos de divisas

A medida que las monedas del mundo se vuelven más volátiles y el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva disminuye lentamente, los inversionistas que deseen proteger el valor de sus inversiones en dólares buscarán opciones que proporcionen un cobertor contra un dólar en depreciación.

Fondos inmobiliarios

Los inversionistas de ingresos que buscan algo de emoción con sus inversiones podrían considerar los ETFs de fideicomisos de inversión en bienes raíces (REIT). La mayor atracción de estos fondos es el hecho de que deben pagar el 90% de sus ingresos imponibles a los accionistas, lo que los convierte en una excelente fuente de ingresos, especialmente cuando las tasas de interés a corto plazo y la inflación se encuentran cerca de mínimos históricos.

Fondos especializados

A medida que los ETFs se volvieron más populares, surgieron una variedad de fondos para satisfacer toda estrategia de inversión concebible, al igual que sucedió con los fondos mutuos. Dos de los más interesantes son los fondos inversos, que obtienen ganancias cuando un índice en particular lo hace mal, y los fondos apalancados, que pueden duplicar o triplicar los rendimientos de un índice en particular utilizando apalancamiento.

Importancia de elegir adecuadamente entre ETFs y fondos mutuos

Los ETFs fueron desarrollados originalmente para ofrecer a los inversionistas un producto más eficiente en impuestos y líquido que los fondos mutuos. Al seleccionar cualquier inversión, ya sea un fondo mutuo o un ETF, una preocupación principal debería ser cuánto debes pagar para poseerlo. Considerando que la mayoría de los gestores de fondos subrenden a sus referencias, se recomienda que consideres minuciosamente los pros y los contras de estos fondos antes de invertir.

En resumen, ya seas un inversor hágalo tú mismo o realices aportaciones mensuales a un plan de inversión automático, es importante entender lo que estás comprando y cómo encaja con tu estrategia de inversión.

Conclusión

Desde la introducción de los S&P 500 Depository Receipts en 1993, comúnmente conocidos como spiders (SPDR), los fondos cotizados en bolsa han explotado en popularidad. Hoy en día, su atractivo masivo parece imparable. Aunque no son para todos los inversionistas, definitivamente pueden desempeñar un papel importante en la diversificación de tu cartera, un ETF a la vez.