Si estás pensando en comprar una propiedad de inversión, hacerlo con un amigo puede parecer una buena idea. Sin embargo, esta decisión viene acompañada de cinco desafíos comunes, tanto financieros como personales.

1. La tasa de interés hipotecaria está vinculada a ambos informes de crédito

Cuando compras una casa con un amigo, ambos estarán en la hipoteca, por lo que el prestamista revisará ambos informes de crédito para determinar si califican. Si una persona tiene un mal historial crediticio, esto puede afectar negativamente los términos de la hipoteca, incluida la tasa de interés que pagarán por el préstamo.

Una pequeña variación en la tasa de interés puede hacer una gran diferencia en el monto mensual adeudado en su hipoteca y en el interés total que pagarán a lo largo del préstamo.

2. No hay una solución fácil para seguir adelante

Si alquilas un apartamento o una casa con un compañero de cuarto y ya no se llevan bien, es bastante fácil separarse. Sin embargo, esto no es así en el caso de una hipoteca.

Ambos nombres están en la hipoteca y ambos son responsables de hacer los pagos, incluso si uno de ustedes quiere salir del trato. Tendrán que vender la casa o refinanciar el préstamo a nombre de una sola persona para eliminar uno de los nombres de la hipoteca. Ambas opciones pueden ser desafiantes. Vender puede llevar muchos meses y no hay garantía de que un prestamista apruebe su solicitud de refinanciamiento.

Es una buena idea tener un acuerdo por escrito que detalle su plan de salida acordado en caso de que alguno de ustedes decida seguir adelante.

3. Riesgos para la calificación crediticia

Tanto usted como su amigo están en la hipoteca, por lo que el prestamista reportará a ambos a las agencias de crédito si alguno de ustedes se atrasa por cualquier motivo. El prestamista incluso podría ejecutar la hipoteca sin importar si usted ha pagado personalmente su parte o si fue su amigo quien se atrasó.

4. Dificultades para obtener otros préstamos

Cada uno de ustedes es individualmente responsable de pagar la totalidad de la hipoteca cada mes a ojos de otros prestamistas, incluso si ustedes dividen el pago de la hipoteca a medias. Esto puede hacer que la relación de deuda a ingreso de cada socio parezca alta y dificulte la calificación para otros préstamos.

5. Desacuerdos sobre responsabilidades

Una amistad puede verse afectada si hay desacuerdos sobre quién es responsable de qué, ya sea pagar los servicios públicos o mantener la propiedad. Su acuerdo por escrito debe incluir detalles sobre la distribución de los gastos para evitar esto, así como cómo se manejarán las reparaciones y el mantenimiento, quién realizará el trabajo y cómo se compartirán los costos.

También querrá determinar cómo se reclamarán las deducciones fiscales. Asegúrese de acordar firmemente quién puede reclamar la deducción de intereses hipotecarios o si lo dividirán.

Conclusion

Comprar una casa con un amigo tiene muchos beneficios, como la posibilidad de calificar más fácilmente para una hipoteca con dos ingresos y compartir todos los gastos mensuales, incluido el pago de la hipoteca, servicios públicos y costos de mantenimiento o reparación. A medida que pagas el préstamo, también acumulas patrimonio.

Sin embargo, esta decisión conlleva responsabilidades importantes y costosas. Es importante que no tomes la decisión a la ligera. Investiga y asegúrate de que tú y tu amigo tengan los ingresos necesarios para cubrir los gastos mensuales de la inversión y que tengan la misma comprensión respecto a la propiedad.