En el mundo de los servicios financieros, existen roles distintos que a simple vista podrían parecer similares para aquellos no familiarizados con los títulos de trabajo: asesores de inversión y corredores. A continuación, destacamos las similitudes y diferencias entre un asesor de inversión y un corredor.

¿Qué es un Corredor y un Asesor de Inversión?

Los corredores, antes del surgimiento de las plataformas de trading en línea, eran vistos como un lujo reservado para las personas adineradas. Los inversores individuales tenían poco o ningún acceso directo al mercado y debían realizar sus órdenes a través de un corredor autorizado (generalmente por teléfono), quien cobraba comisiones muy altas a cambio. Sin embargo, con el surgimiento de las corredurías en línea con descuentos, la labor del corredor ha evolucionado.

Actualmente, los individuos que desean operar en el mercado de valores ya no necesitan un corredor para ejecutar sus órdenes de compra y venta, pudiendo realizarlas directamente en línea y sin comisiones. Aunque los corredores aún ejecutan órdenes, muchos han expandido sus servicios para ofrecer gestión de inversiones personalizadas y así justificar cobrar comisiones más altas.

Por otro lado, los asesores de inversión trabajan bajo un sistema basado en honorarios para brindar asesoramiento de inversión adaptado a las necesidades individuales de los clientes. A menudo, también gestionan cuentas de inversión, creando un marco integral de gestión del patrimonio que incluye aspectos fiscales, hereditarios e hipotecarios, entre otros.

Regulaciones Clave

Los asesores de inversión están sujetos a un estándar legal más alto que los corredores. En Estados Unidos, los asesores de inversión deben cumplir con la Ley de Asesores de Inversión de 1940, la cual establece que deben cumplir con deberes fiduciarios con respecto a las cuentas de sus clientes. Esto implica una obligación de “buena fe máxima” y divulgación completa y justa de los hechos relevantes como parte del deber de lealtad y cuidado del asesor.

Además, los asesores de inversión están registrados y regulados por la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) y/o un organismo regulador estatal, mientras que los corredores deben registrarse tanto en la SEC como en una organización autorreguladora.

Diferencias Clave en Pruebas y Licencias

Los requerimientos de formación y licencia también difieren entre asesores de inversión y corredores. Los corredores deben aprobar el Examen de Representante General de Valores (Series 7), que actúa como un precursor para exámenes adicionales en la industria de valores. Por otro lado, los futuros asesores de inversión deben aprobar el examen Series 65 antes de poder brindar asesoramiento financiero a cambio de una tarifa.

En resumen, los asesores de inversión y los corredores son dos tipos de profesionales diferentes en el ámbito de los servicios financieros. Comprendiendo estas diferencias, podrás tomar decisiones más informadas al invertir en el mercado de valores y elegir la mejor opción para alcanzar tus objetivos financieros.