La falta de organización puede dañar tus finanzas tanto como la falta de efectivo. Perder facturas puede llevar a cargos por pagos atrasados, y no llevar un registro del saldo de tu cuenta de cheques puede llevar a cargos por sobregiro. Los siguientes pasos te ayudarán a mantener el control de tu vida financiera y te ahorrarán dinero a largo plazo.
Revisa tu presupuesto mensualmente
Incluso las facturas regulares pueden cambiar de un mes a otro. Revisa tu presupuesto a medida que lleguen las facturas y ajusta otros gastos para compensarlos, así evitarás sobregirar tu cuenta bancaria por accidente.
Ajusta según sea necesario
Para ahorrar $100, podrías canjear dos cenas por un paseo en bicicleta con almuerzo empacado. O bien, reducir el gasto presupuestado en una noche saliendo y asistir a un concierto gratuito en el parque en lugar de un restaurante costoso. Lo mejor de tener que reducir un gasto para pagar otro es que te obligará a romper con la tradición y probar algo nuevo.
Utiliza una aplicación financiera
El software financiero no solo es para invertir. Hay aplicaciones gratuitas de presupuesto básico disponibles en línea que pueden ayudarte a llevar un registro de tus gastos diarios y del hogar.
Cuando elijas una aplicación de presupuesto, verifica las calificaciones en la tienda de aplicaciones o en el Better Business Bureau para asegurarte de que la que estás considerando tenga un buen historial con sus clientes.
Mantén las facturas en un solo lugar
Incluso si la mayoría de tus facturas llegan electrónicamente, aún necesitas un lugar para las que llegan por correo. Y sí, todavía hay algunas que llegan por correo. Las facturas de impuestos a la propiedad y de seguro de vivienda generalmente se pagan anual o trimestralmente, por lo que suelen llegar por correo. Un gasto ocasional como una prueba médica puede ser facturado de la manera tradicional.
Mantén las facturas cerca de tu escritorio o donde normalmente escribes cheques o pagas facturas en línea. Un archivo o un par de carpetas simples harán el trabajo.
Una vez que la mayoría de las personas se encargan de las facturas en línea, es común destruir cualquier estado de cuenta en papel que llegue y confiar en los registros en línea. Si prefieres mantener registros en papel por razones fiscales o simplemente por seguridad, guárdalos en el sistema de archivos que acabas de comprar o escanéalos para almacenarlos en un sistema de archivos en línea.
Paga las facturas el día en que las recibas
Si tienes dinero disponible en tu cuenta bancaria y no tienes otros cargos de tarjeta de débito o pagos de facturas que podrían causar un sobregiro, paga tus facturas tan pronto como las recibas.
Presta atención a las facturas en papel que normalmente pagas electrónicamente. No querrás pagar una factura dos veces porque recibiste un duplicado por correo. Siempre llama al acreedor cuando llegue una factura en papel si crees que tienes un pago automático programado o una facturación electrónica configurada.
Utiliza una lista de verificación para las facturas que esperas
Ni el correo ni el correo electrónico son perfectos. Crea una lista de verificación al comienzo de mes con todas las facturas que esperas. Puedes mantenerla en tu escritorio, área de pago de facturas o en un archivo en tu computadora.
Coordínate con tu pareja
Si compartes gastos con tu cónyuge o pareja, es fácil que ocurra un cheque sin fondos o un pago con tarjeta de débito si no sabes cuánto ha estado gastando la otra persona.
Por ejemplo, tu pareja tiene el día libre y decide almorzar y jugar al golf con un amigo. Cuando llegas a casa, te enteras de un gran juego de golf. Lo que no escuchas es que costó $150 y tu pago de préstamo estudiantil con débito directo está a punto de rebotar.
Verifica que tu cheque de pago se deposite directamente
Si tienes depósito directo, te acostumbras a que tu cheque de pago esté ahí en los días de pago. Sin embargo, los pagos electrónicos no siempre se registran en la fecha esperada. No gastes tu cheque de pago sin confirmar que está ahí.
Utiliza dos cuentas bancarias
Utiliza una cuenta para gastos discrecionales y ahorros, y otra para pagar facturas. Esto evitará que gastes accidentalmente el dinero del alquiler en una salida nocturna.
Es fácil
El problema financiero más fácil de solucionar es perder pagos de facturas debido a una falta de organización. No tienes que seguir todos estos consejos, pero asegúrate de tener un sistema de organización al que puedas adherirte todos los meses.
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