En 2024, la NCAA a aprobado una propuesta para pagar a atletas estudiantes, pero aún quedan desafíos por delante.

¿Qué sucedió y por qué es importante?

La NCAA ha tenido una postura firme en contra de permitir que los atletas universitarios obtengan ingresos por su deporte desde su fundación en 1906. Sin embargo, esta postura ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. En junio de 2021, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que la NCAA no puede limitar a las universidades de ofrecer a los estudiantes atletas “beneficios relacionados con la educación”. Como respuesta, la NCAA emitió una política provisional que permitía a los atletas estudiantiles obtener ganancias a través de su nombre, imagen y semejanza. Este cambio se produce en un momento en que se sigue debatiendo sobre cómo y cuánto se debe compensar a los atletas universitarios.

En 2024, la NCAA aprobó una propuesta de acuerdo en respuesta a una demanda colectiva por prácticas anticompetitivas. Este acuerdo podría significar un pago de casi $2.8 mil millones a 14,000 atletas actuales y anteriores en la próxima década. Además, se permitiría a las universidades pagar a los atletas en el futuro, pero no sería un requisito. Esta evolución plantea preguntas sobre la equidad y la justicia en el mundo de los deportes universitarios.

¿Dónde estamos ahora y hacia dónde nos dirigimos?

Actualmente, los atletas universitarios tienen la posibilidad de recibir estipendios por “costo de asistencia” (hasta aproximadamente $6,000), beneficios ilimitados relacionados con la educación y premios. Sin embargo, a pesar de que la NCAA reportó casi $1.3 mil millones en ingresos en 2023, los atletas siguen teniendo medios de compensación limitados en comparación con las ganancias generadas por sus actividades deportivas.

¿Por qué se debate tanto sobre pagar a los atletas universitarios?

Uno de los argumentos a favor de pagar a los atletas universitarios es el tiempo significativo que requiere su deporte, lo cual puede impactar en su capacidad para obtener ingresos por otros medios y desviar tiempo y energía de sus estudios académicos. Además, los atletas pueden enfrentar limitadas perspectivas tras la universidad, incluyendo un alto riesgo de lesiones, una competencia feroz para ingresar a ligas profesionales y tasas de graduación inferiores al promedio.

¿Por qué es importante considerar pagar a los atletas en el ámbito universitario?

Es fundamental considerar la equidad financiera, la valoración del tiempo y esfuerzo de los atletas, así como los riesgos y oportunidades a los que se enfrentan. La disparidad financiera entre las ganancias multimillonarias de las escuelas y la NCAA y la compensación actual de los atletas es un factor clave en este debate. Los cambios en las políticas de compensación plantean preguntas sobre cómo se deben administrar los pagos, los impactos potenciales en los jugadores y las escuelas, y la equidad en el sistema deportivo universitario.

¿Es ilegal que los atletas universitarios reciban pagos?

Aunque la NCAA solía prohibir que los atletas estudiantiles obtuvieran ingresos por su deporte, las reglas en torno a la compensación de los atletas universitarios están cambiando. En 2021, la NCAA emitió una política provisional que permitía a los atletas universitarios beneficiarse de su nombre, imagen y semejanza a través de patrocinios y acuerdos de respaldo. Además, se ha presentado una propuesta de acuerdo que, de ser aprobada, permitiría pagar casi $2.8 mil millones en daños a atletas actuales y anteriores y permitiría que los atletas reciban pagos en el futuro.

¿Qué piensan los estadounidenses sobre pagar a los atletas universitarios?

En una encuesta realizada en 2023, se encontró que el 67% de los adultos en EE. UU. estaban a favor de pagar a los atletas universitarios con compensación directa. La mayoría de las personas también apoyaban los derechos de los atletas a obtener el status de empleado y a negociar colectivamente como un sindicato laboral.

En conclusión, el debate sobre compensar a los atletas universitarios continúa evolucionando y generando interrogantes sobre equidad, justicia y sostenibilidad en el mundo del deporte universitario. Los cambios en las políticas actuales apuntan a una mayor equidad financiera y reconocimiento de los atletas.