Como asesor financiero personal con tercera certificación CFA (Chartered Financial Analyst), es importante comprender el funcionamiento de las cuentas de previsión o impuestos en tu hipoteca. Incluso después de dejar de rentar y comenzar a ser propietario, es posible que debas hacer depósitos adicionales. 

¿Qué son las cuentas de impuestos?

Una cuenta de impuestos (también conocida como cuenta de previsión, según el lugar donde vivas) es básicamente una cuenta mantenida por la compañía hipotecaria para recolectar pagos de seguros e impuestos necesarios para mantener tu hogar, pero que no son parte técnica de la hipoteca. El servicer del préstamo divide el costo anual de cada seguro en una cantidad mensual y lo añade a tu pago de hipoteca.

¿Por qué son importantes?

Las cuentas de impuestos son esencialmente una forma de ahorro forzado. Al incluir los impuestos de propiedad y las primas de seguro de hogar en un pago mensual a tu prestamista, te obligan a ahorrar para cubrir esos gastos importantes. Además, estas cuentas ayudan a prevenir el embargo de las autoridades tributarias locales y protegen el colateral de la hipoteca en caso de daños importantes asegurándose de que el seguro de hogar esté pagado.

¿Por qué son requeridas?

En situaciones donde los prestatarios hacen depósitos bajos se consideran más riesgosos, por lo que los prestamistas requieren cuentas de impuestos. Estas cuentas son una protección para ambas partes: mantienen al día los pagos de impuestos y seguros esenciales, al tiempo que evitan sorpresas al pagar grandes facturas una o dos veces al año.

¿Son opcionales?

Incluso si tu prestamista no requiere una cuenta de impuestos, podrías optar por tener una al firmar el préstamo. Sin embargo, es importante considerar que estas cuentas pueden inmovilizar dinero que podrías preferir tener en otro lugar. Al monitorear tu cuenta, puedes asegurarte de que los pagos se realicen a tiempo y que no estás acumulando fondos en exceso.

¿Cómo gestionar tu cuenta de impuestos?

Tu estado de cuenta mensual de la hipoteca debe mostrar el saldo de tu cuenta de impuestos, permitiéndote mantener un control detallado sobre ella. Además, las regulaciones federales requieren que los servicers de hipotecas revisen anualmente las cuentas de impuestos de los prestatarios para garantizar que se recolecte la cantidad correcta de dinero.

En resumen, las cuentas de impuestos pueden ser un mal necesario para muchos propietarios. Comprender su funcionamiento, monitorearlas cuidadosamente y deshacerte de ellas en cuanto puedas, si prefieres ahorrar para estos gastos por separado, es la mejor manera de manejarlas satisfactoriamente.