Todos desean pagar menos impuestos. Una forma de lograrlo podría ser vivir en un estado sin impuesto sobre la renta. En la actualidad, siete estados: Alaska, Florida, Nevada, Dakota del Sur, Tennessee, Texas y Wyoming, no cobran impuesto estatal sobre la renta. Además, Washington cobra un impuesto sobre la renta por ingresos de inversión y ganancias de capital, pero solo para aquellos que ganan altos ingresos. En otros lugares, New Hampshire actualmente cobra impuestos sobre los ingresos por inversión y los intereses, pero está programado para eliminar esos impuestos a partir de 2023. Esto hará que el número de estados sin impuesto sobre la renta se eleve a nueve para 2027.

Lo que debes considerar antes de mudarte

Antes de contratar una empresa de mudanzas para llevarte todo lo que tienes a uno de estos estados, es importante considerar otros factores, incluyendo:

  • Impuestos de ventas, de consumo y sobre la propiedad
  • Asequibilidad
  • El impacto de impuestos más bajos en la capacidad de un estado para invertir en servicios sociales, como infraestructura, educación y atención médica

Además, es importante tener en cuenta que la legislación siempre está cambiando. Por ejemplo, aunque Tennessee solía gravar los ingresos por inversión y los intereses, el impuesto sobre el ingreso Hall fue completamente eliminado a partir del 1 de enero de 2021.

Estados sin impuesto sobre la renta

Los siguientes estados no cobran impuesto estatal sobre la renta:

  • Alaska
  • Florida
  • Nevada
  • Dakota del Sur
  • Tennessee
  • Texas
  • Washington
  • Wyoming

Es importante tener en cuenta que algunos de estos estados pueden compensar la pérdida de ingresos por impuestos con otros impuestos o reducción en servicios. Por lo tanto, es necesario considerar la carga tributaria total de un estado, que mide el porcentaje de ingresos pagados en impuestos estatales y locales, para determinar su asequibilidad real.

Impuestos y asequibilidad en cada estado sin impuesto sobre la renta

En el estado de Alaska, el impuesto sobre la renta estatal es cero. El total de impuestos estatales y locales, incluyendo impuestos sobre la renta, propiedades, ventas y consumo, es solo del 4.93% de los ingresos personales. Sin embargo, Alaska tiene uno de los costos de atención médica más altos de todos los estados en EE.UU. Además, el estado gasta una cantidad considerable en educación.

Florida no cobra impuesto sobre la renta estatal, pero tiene impuestos de ventas y consumo por encima del promedio nacional. A pesar de esto, el total de impuestos en Florida es del 6.05% de los ingresos personales. El estado también gasta menos en educación en comparación con otros estados y tiene una infraestructura con una calificación promedio.

Nevada depende en gran medida de impuestos de ventas y consumo para obtener ingresos. El total de impuestos en Nevada es del 7.37% de los ingresos personales, lo que lo coloca en el tercer lugar más alto de esta lista. El estado también tiene costos de vida y vivienda relativamente altos.

En Dakota del Sur, los residentes no pagan impuesto sobre la renta estatal, pero el estado obtiene ingresos a través de impuestos a las ventas y consumo, incluyendo impuestos sobre cigarrillos y alcohol. El total de impuestos en Dakota del Sur es del 6.44% de los ingresos personales. El estado también invierte menos en educación en comparación con otros estados.

En Texas, no existe el impuesto sobre la renta estatal y se financia a través de impuestos a las ventas y consumo. El total de impuestos en Texas es del 7.56% de los ingresos personales, lo que lo coloca en el puesto 14. El estado también gasta menos en educación y atención médica en comparación con otros estados.

Otros estados sin impuesto sobre la renta son New Hampshire, South Dakota, Tennessee, Texas, Washington y Wyoming. Cada uno tiene sus propias características fiscales y de asequibilidad.

Conclusión

Vivir en un estado sin impuesto sobre la renta puede parecer atractivo, pero es importante considerar otros factores, como los impuestos a las ventas y consumo, la asequibilidad, la inversión en servicios sociales y otras oportunidades laborales. La carga tributaria total y otros factores, como el costo de vida y el acceso a servicios de calidad, también son importantes para determinar qué tan caro o asequible es un estado en general. Tomarse el tiempo para evaluar el panorama completo de un estado antes de tomar la decisión de mudarse es fundamental.