En la planificación de inversiones, es crucial considerar la asignación de una parte de los fondos a bonos en algún momento de la vida de un inversionista. Esto se debe a que los bonos proporcionan flujos de efectivo estables y relativamente seguros, lo cual es esencial para un inversor en la etapa de retiro de activos o preservación de capital, así como para aquellos que se acercan a esa etapa. En términos simples, si dependes de los ingresos de tus inversiones para pagar las facturas y gastos diarios (o lo harás en un futuro cercano), deberías invertir en bonos.
¿Qué tipos de bonos existen y cómo pueden ayudar a cumplir los objetivos de un inversor?
Una cartera bien diversificada debe incluir inversiones en bonos, sin embargo, el mercado de bonos puede resultar complejo y abrumador si se toma en su totalidad. Dependiendo de tus metas de inversión, exposición fiscal, tolerancia al riesgo y horizonte temporal, diferentes tipos de bonos serán más apropiados para ti. Conocer los riesgos y características de cada tipo de bono puede ayudarte a entender cuándo y cuánto de esa clase de activo agregar a tu cartera.
Construyendo tu cartera para ingresos
A diferencia de una inversión en acciones, una cartera de bonos puede estructurarse para cumplir exactamente con las necesidades de ingresos de un inversor. Las ganancias de capital inciertas y impredecibles no son necesarias para pagar las facturas. Una cartera de bonos bien estructurada no tiene este problema. Los pagos de cupón proporcionan ingresos, y cualquier ingreso que no se necesite en el vencimiento de un bono se reinvierte estratégicamente en otro bono para necesidades futuras. Los bonos ofrecen una fuente de ingresos históricamente menos volátil, menos riesgosa y más predecible que las acciones.
Existen bonos del Tesoro de EE. UU., bonos corporativos, bonos hipotecarios, bonos de alto rendimiento, bonos municipales, bonos extranjeros y bonos de mercados emergentes, cada uno con diferentes vencimientos. Veamos más de cerca algunos de estos tipos de bonos.
Bonos del Tesoro de EE. UU.
Los bonos del Tesoro de EE. UU. se consideran una de las inversiones más seguras del mundo y son utilizados a menudo como referencia para otros bonos en términos de precios o rendimientos. Si estás dispuesto a renunciar a algo de rendimiento a cambio de una cartera libre de riesgos, puedes usar bonos del Tesoro para estructurar una cartera con pagos de cupón y vencimientos que se ajusten a tus necesidades de ingresos.
Bonos Corporativos
Aunque no todas las empresas que cotizan en bolsa recauden dinero emitiendo bonos, hay bonos corporativos de miles de emisores disponibles. Los bonos corporativos tienen riesgo crediticio, por lo que deben ser analizados en función de las perspectivas comerciales y flujo de efectivo de la empresa. Las calificadoras de crédito como Moody’s y Standard & Poor’s proporcionan calificaciones sobre bonos corporativos para ayudar a evaluar la capacidad del emisor para realizar pagos oportunos.
Bonos Hipotecarios
Los bonos hipotecarios son similares a los bonos corporativos en cuanto al riesgo crediticio. Estos también tienen riesgo de prepago y extensión, asociado a la probabilidad de que los prestatarios cambien sus hipotecas a medida que cambian las tasas de interés. Es importante comprender estos riesgos al hacer comparaciones de valor relativo entre bonos hipotecarios y otros tipos de bonos.
Otros Bonos
Además de los bonos del Tesoro, corporativos y hipotecarios, hay muchos otros bonos que pueden ser utilizados estratégicamente en una cartera bien diversificada que genere ingresos. Analizar el rendimiento de estos bonos en relación con los bonos del Tesoro y con bonos comparables del mismo tipo y vencimiento es clave para comprender sus riesgos.
Conclusión
Los bonos son una parte esencial de toda estrategia de inversión a largo plazo. No permitas que tus ahorros de toda la vida desaparezcan en la volatilidad del mercado de valores. Si dependes de tus inversiones para obtener ingresos o lo harás en un futuro cercano, deberías estar invertido en bonos. Al invertir en bonos, realiza comparaciones de valor relativo basadas en el rendimiento, pero asegúrate de entender cómo el vencimiento y las características de un bono afectan su rendimiento. Estudia y comprende las tasas de referencia relevantes como las del Tesoro a 10 años para colocar cada inversión potencial en su correcto contexto.
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