Los impuestos son difíciles de evitar, pero existen varias estrategias que puedes utilizar para ayudar a reducirlos. Aquí hay algunas que podrías considerar:

Invierte en bonos municipales

Estos bonos son emitidos por los gobiernos locales y ofrecen intereses que generalmente no están sujetos a impuestos federales. Si mantienes los bonos hasta su vencimiento, tampoco tendrás que pagar impuestos estatales y locales sobre los intereses. Sin embargo, ten en cuenta que algunos bonos municipales pueden tener una tasa impositiva mínima si los compraste con un descuento inferior al 0.25%. Los intereses y las ganancias derivadas de la cantidad descontada están sujetos a impuestos, y se les aplican las tasas impositivas normales.

Apuesta por las ganancias de capital a largo plazo

Las ganancias de capital a largo plazo, provenientes de la inversión en acciones, fondos mutuos, bonos y bienes raíces, tienen tasas impositivas favorables. Si mantienes el activo durante más de un año, podrías pagar tasas de impuestos de 0%, 15% o 20%, dependiendo de tu nivel de ingresos. Por otro lado, las ganancias de capital a corto plazo, de activos que se mantienen por menos de un año antes de venderlos, están sujetas a impuestos a las tasas impositivas ordinarias.

Emprende tu propio negocio

Además de generar más ingresos, tener un negocio propio ofrece ventajas fiscales. Muchos gastos relacionados con el negocio pueden ser deducidos, lo que reduce tu obligación tributaria. Incluso los seguros de salud pueden ser deducibles si cumples ciertos requisitos.

Aprovecha al máximo las cuentas de jubilación y los beneficios laborales

Contribuir a cuentas de jubilación calificadas y a beneficios laborales con dólares antes de impuestos puede excluir parte de tus ingresos de la tributación y posponer los impuestos sobre otros ingresos. Por ejemplo, en 2024, puedes reducir tu ingreso gravable hasta $23,000 si contribuyes a una cuenta 401(k) o 403(b) en tu lugar de trabajo. Si no tienes un plan de jubilación laboral, puedes obtener un beneficio fiscal al contribuir a una cuenta individual de jubilación tradicional (IRA, por sus siglas en inglés), con un límite máximo de $8,000 si tienes 50 años o más.

Abre una Cuenta de Ahorro de Salud (HSA, por sus siglas en inglés)

Si tienes un seguro de salud con un deducible alto, puedes utilizar una HSA para reducir tus impuestos. Las contribuciones a una HSA son deducibles de impuestos y las retiradas no están sujetas a impuestos siempre que se utilicen para gastos médicos calificados. Dependiendo de tu situación, podrías ahorrar miles de dólares en impuestos al utilizar una HSA.

Solicita créditos fiscales

Los créditos fiscales son una forma efectiva de reducir tu carga tributaria. El crédito fiscal se deduce directamente del impuesto que debes al IRS, lo que significa que obtienes un beneficio total de cada dólar del crédito. Hay varios créditos fiscales disponibles, como el crédito por hijo y el crédito por ingreso del trabajo, que podrían reducir significativamente tu factura de impuestos.

Leer el artículo original en Investopedia.