Los Fondos Indexados y los Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs) han revolucionado la inversión en las últimas décadas, ofreciendo formas de inversión de bajo costo para que las personas obtengan una amplia exposición al mercado. Si bien estos dos instrumentos de inversión comparten muchas similitudes, también tienen diferencias clave que los inversores deben entender.

Qué son los Fondos Indexados?

La inversión pasiva a través de fondos indexados ha visto un crecimiento tremendo en los últimos años, ya que los inversores buscan opciones diversificadas y de bajo costo para construir sus carteras. Los fondos indexados siguen el rendimiento de un índice de mercado específico, como el S&P 500 para acciones grandes de EE. UU. o el Índice de Bonos del Gobierno de EE. UU. Bloomberg para bonos de EE. UU.

El atractivo de los fondos indexados radica en su simplicidad y rentabilidad. “Debido a que no hay una estrategia original, no se requiere mucho manejo activo y, por lo tanto, los fondos indexados tienen una estructura de costos más baja que los fondos mutuos típicos”, dijo Will Thomas, un planificador financiero certificado en el Grupo Liberty en Washington, DC.

Características de los Fondos Indexados

  • Diversificación amplia
  • Bajos gastos
  • Gestión pasiva
  • Predictibilidad
  • Eficiencia fiscal

La popularidad de los fondos indexados ha crecido significativamente en la última década, reflejando la creciente conciencia de los inversores sobre los efectos de las tarifas en los rendimientos a largo plazo y el escepticismo sobre la capacidad de los gestores activos para superar consistentemente sus puntos de referencia.

Qué son los Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs)?

Los ETFs son fondos que se negocian en bolsas de valores, al igual que las acciones individuales. Ofrecen a los inversores la posibilidad de comprar un conjunto de valores en una sola transacción. Tienen características esenciales como:

  • Negociación intradía
  • Transparencia
  • Eficiencia fiscal
  • Inversiones mínimas más bajas

Los ETF están estructurados de manera más eficiente desde el punto de vista tributario que los fondos indexados, y suelen ser más líquidos al ofrecer la posibilidad de operar a lo largo del día.

Diferencias Clave entre Fondos Indexados y ETFs

La diferencia significativa entre los fondos indexados y los ETFs radica en cómo se compran las participaciones en ellos y su flexibilidad. Los fondos de inversión indexados solo se pueden comprar y vender al final del día de negociación, basándose en el valor liquidativo de la cartera del fondo. Los ETFs se negocian a lo largo del día en una bolsa de valores, como las acciones individuales, y su precio fluctúa según la oferta y la demanda.

Otra distinción radica en los costos. Los ETFs tienden a ser más eficientes en términos fiscales que los fondos indexados debido a su estructura. Los ETF generalmente utilizan un proceso de creación y canje en especie, lo que minimiza las ganancias de capital distribuidas que de otra manera activarían eventos fiscales. Por lo tanto, mientras que los fondos indexados pueden generar ganancias de capital cuando el gestor del fondo tiene que vender activos para cumplir con los reembolsos, lo que posiblemente genere una responsabilidad fiscal para los inversores, incluso si no han vendido sus participaciones.

En resumen, tanto los fondos indexados como los ETFs pueden proporcionar a los inversores una amplia y diversificada exposición al mercado bursátil, lo que los convierte en buenas inversiones a largo plazo adecuadas para la mayoría de los inversores. Los ETF pueden ser más accesibles y fáciles de negociar para los inversores minoristas porque se negocian como acciones en las bolsas de valores. También tienden a tener tarifas más bajas y ser más eficientes desde el punto de vista fiscal.