En el sistema de justicia penal en Estados Unidos, hubo 1.23 millones de personas encarceladas al final de 2022. Estas personas cumplen condena por una serie de delitos que van desde posesión de drogas y hurto menor hasta robo de autos y asesinato.
¿Qué son las prisiones privadas y por qué son controvertidas?
Algunos gobiernos, incluido el de Estados Unidos, dependen de corporaciones privadas para administrar sistemas penitenciarios, en parte para ahorrar dinero y en parte porque la población carcelaria sigue creciendo y el espacio disponible es escaso. Como en cualquier empresa, el objetivo de estas compañías privadas es generar ganancias, lo cual entra en conflicto con la ética de la privación de libertad.
En el sistema de justicia penal de América se basa en prisiones privadas, en parte, para albergar a sus internos. Estas prisiones son administradas por compañías privadas en nombre del gobierno en lugar de ser gestionadas directamente por el gobierno. Algunos críticos han argumentado que la justicia penal debería ser un asunto completamente público y que los motivos privados con fines de lucro pueden conducir a condiciones injustas y corrupción.
¿Cómo funciona una prisión privada?
Una prisión pública es aquella que es propiedad total del gobierno, lo que significa que el gobierno debe proporcionar el edificio de la prisión, contratar personal, incluidos guardias y administración, y supervisar a todos los individuos encarcelados y todo lo que sucede dentro de la prisión. Por otro lado, con una prisión privada, gran parte de la carga recae en una empresa privada. Esta empresa se encarga de administrar la prisión, lo que permite que el gobierno se centre en cuestiones como la sentencia, la clasificación y la asignación de los internos a la prisión, así como en brindar supervisión.
¿Cómo gana dinero una prisión privada?
Una prisión pública no es una entidad generadora de beneficios. El objetivo final es albergar a individuos encarcelados en un intento por rehabilitarlos o sacarlos de las calles. Por el contrario, una prisión privada es administrada por una corporación cuyo objetivo final es obtener ganancias de lo que sea que maneje.
Para ganar dinero como una prisión privada, la corporación firma un contrato con el gobierno que establece la forma en que se le paga a la corporación. Esta remuneración puede ser una cantidad fija, basada en el tamaño de la prisión, o, como suele ser el caso, determinada por la cantidad de internos que alberga la prisión.
La firma de contratos con el gobierno ayuda a estas prisiones a obtener beneficios. La externalización de servicios fundamentales puede resultar en condiciones inhumanas y explotación de los presos. Las cárceles privadas han sido acusadas de reducir costos a expensas de la calidad de vida de los reclusos, lo que plantea serias cuestiones éticas y legales en el sistema penitenciario.
¿Por qué son problemáticas las prisiones privadas?
Las prisiones privadas se han revelado como más peligrosas que las prisiones públicas, con más ataques violentos a los internos. Además, el sistema de prisiones privadas se beneficia al tener más reclusos, lo que cuestiona la legalidad y ética del proceso judicial.
La mentalidad capitalista sostiene que cualquier vez que una industria pueda ser administrada de forma privada, es mejor para la economía. La mentalidad socialista indica que el gobierno debería suministrar esos servicios. La realidad muestra que el sistema penitenciario está saturado tal como está.
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