Todo depende de tu situación financiera y presupuesto. La cantidad de dinero que debes tener en el banco dependerá de tu situación. Debe ser suficiente para cubrir los gastos regulares, los gastos discrecionales, así como parte de tu fondo de emergencia. Pero necesitas un presupuesto antes de preocuparte por lo que guardas en el banco.

Un método popular es el enfoque 50/30/20. Aquí, el 50% se destina a gastos fijos, como el alquiler y los pagos del automóvil, el 30% cubre los gastos discrecionales y el 20% restante se destina a ahorros.

Tus ahorros deben construir las reservas de efectivo en el banco, y esas reservas deben formar gran parte de tu fondo de emergencia. La mayoría de los expertos dicen que un fondo de emergencia debe contener seis meses de gastos.

Otros expertos aconsejan mantener ese fondo de emergencia en una cuenta de inversión que sea relativamente segura, pero aún capaz de generar mejores rendimientos que una cuenta de ahorros. También podrías intentar dividir los fondos entre una cuenta de ahorros y otros instrumentos que generen más interés. Solo asegúrate de que el dinero sea accesible.

Según la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, se recomienda que una empresa tenga entre tres y seis meses de gastos operativos en efectivo. Al igual que en el caso de tus finanzas personales, esto significa dinero “líquido” al que se puede acceder según sea necesario.

En general, la cantidad de dinero en tu cuenta corriente debe ser suficiente para cubrir las facturas y los gastos diarios, para que no te cobren cargos por sobregiro. También debe incluir un margen de seguridad. Este margen debe hacerte sentir cómodo, pero no tan cómodo que te tientes a gastar en exceso.