Al comparar las dos medidas de dividendos, es importante tener en cuenta que el rendimiento por dividendo te dice cuál es la tasa de retorno simple en forma de dividendos en efectivo para los accionistas, mientras que la proporción de pago de dividendos representa cuántas ganancias netas de una empresa se pagan como dividendos. Aunque el rendimiento por dividendo es el término más conocido y examinado, muchos creen que la proporción de pago de dividendos es un mejor indicador de la capacidad de una empresa para distribuir dividendos de manera consistente en el futuro. La proporción de pago de dividendos está altamente conectada con el flujo de efectivo de una empresa.

Por qué es importante evaluar tanto el rendimiento como la proporción de pago de dividendos

Los accionistas actuales e inversores potenciales harían bien en evaluar tanto el rendimiento como la proporción de pago.

Lo que necesitas saber sobre el rendimiento por dividendo

El rendimiento por dividendo muestra cuánto ha pagado una empresa en dividendos a lo largo de un año. El rendimiento se presenta como un porcentaje, no como una cantidad en dólares reales. Esto facilita ver cuánto retorno por cada dólar invertido recibe el accionista a través de los dividendos.

Por ejemplo, una empresa que pagó $10 en dividendos anuales por acción en una acción que cotiza a $100 por acción tiene un rendimiento por dividendo del 10%. También puedes ver que un aumento en el precio de la acción reduce el porcentaje de rendimiento por dividendo y viceversa para una disminución en el precio.

Sin embargo, los rendimientos por dividendo pueden ser engañosos por sí solos. Algunas empresas pagan dividendos incluso cuando operan con pérdidas a corto plazo. Otras pueden pagar dividendos de manera demasiado agresiva, no reinvirtiendo suficiente capital en su negocio para mantener la rentabilidad a largo plazo. Aquí es donde la proporción de pago de dividendos puede ser útil.

Lo esencial sobre la proporción de pago de dividendos

Esta ratio financiera destaca la relación entre los ingresos netos y los pagos de dividendos a los accionistas. Esta cifra no siempre se muestra de manera prominente al evaluar acciones, pero siempre puedes buscar las entradas de ingresos y dividendos en el balance de la empresa emisora.

De manera simple, la proporción de pago de dividendos muestra si los pagos de dividendos hechos por una empresa tienen sentido dadas sus ganancias. Si el número es demasiado alto, puede ser una señal de que un porcentaje demasiado pequeño de las ganancias de la empresa se reinvierten para operaciones futuras. Esto pone en duda la capacidad de la empresa para mantener altos pagos de dividendos.

Siempre que sea posible, compara las proporciones de pago de dividendos a lo largo del tiempo. Es una señal de buena gestión y salud financiera si las proporciones de pago de dividendos son históricamente estables o aumentan a un ritmo razonable.

En casos extremos, las proporciones de pago de dividendos pueden superar el 100%, lo que significa que se pagaron más dividendos de los que hubo ganancias ese año. Las ratios significativamente altas no son sostenibles. Las empresas que tienen ratios de pago estables y rendimientos por dividendo relativamente altos son las opciones más atractivas para los inversores.