Las empresas con altos montos de capital de trabajo poseen fondos líquidos suficientes para cumplir con sus obligaciones a corto plazo. El capital de trabajo, también llamado “capital de trabajo neto”, es una métrica de liquidez utilizada en finanzas corporativas para evaluar la eficiencia operativa de un negocio. Se calcula restando las obligaciones a corto plazo de una empresa de sus activos corrientes.

¿Qué son los activos corrientes y las obligaciones corrientes?

Los activos corrientes se consideran extremadamente líquidos si pueden convertirse en efectivo dentro de un año calendario. Típicamente, la categoría de activos corrientes en el balance de una empresa incluye los siguientes elementos:

  • El valor de cualquier efectivo en mano
  • Cuentas corrientes y de ahorro
  • Valores negociables como acciones, bonos y fondos mutuos
  • Cualquier inventario que una empresa planea vender dentro de un año
  • Cuentas por cobrar, que son deudas pendientes de clientes que aún no han pagado por bienes o servicios prestados

La categoría de obligaciones corrientes en el balance de una empresa incluye los siguientes elementos:

  • Todas las deudas y gastos que una empresa está obligada a pagar en los próximos 12 meses
  • Deudas a corto plazo
  • Pagos de intereses y impuestos
  • Cuentas por pagar
  • El costo de suministros y materias primas, alquiler, servicios públicos y otros gastos operativos

Importancia del alto capital de trabajo

Si una empresa tiene un capital de trabajo neto muy alto, generalmente tiene los recursos financieros para cumplir con todas sus obligaciones financieras a corto plazo. En general, cuanto más alto es el capital de trabajo de una empresa, más eficientemente funciona. Un alto capital de trabajo señala que una empresa está siendo gestionada con astucia y también sugiere que tiene el potencial de un fuerte crecimiento.

No todas las grandes empresas muestran un alto capital de trabajo. De hecho, algunas grandes corporaciones tienen un capital de trabajo negativo, donde sus deudas a corto plazo superan sus activos líquidos.

Estas empresas pueden generar rápidamente fondos adicionales, ya sea moviendo dinero de otros silos operativos o adquiriendo deudas a largo plazo. Pueden cumplir fácilmente con los gastos a corto plazo incluso si sus activos están atados a inversiones a largo plazo, propiedades o alquileres de equipos.

Aunque la mayoría de las empresas se esfuerzan por mantener un capital de trabajo positivo de forma consistente, en algunos casos, un capital de trabajo muy alto puede indicar que una empresa no está invirtiendo su exceso de efectivo de manera óptima, o que está descuidando oportunidades de crecimiento en favor de maximizar la liquidez.

Analizar las cifras de capital de trabajo es crucial, ya que pueden variar ampliamente con el tiempo y entre empresas. La industria, el tamaño de la empresa, la etapa de desarrollo y el modelo operativo del negocio en cuestión deben considerarse al evaluar la estabilidad financiera basada en los niveles de capital de trabajo neto.

Análisis del capital de trabajo

Los cambios en esta métrica de un año a otro son especialmente importantes porque las tendencias de cambio a largo plazo son más reveladoras de las perspectivas financieras de una empresa que cualquier cifra única examinada de forma aislada.

En algunas industrias, como el comercio minorista, un alto capital de trabajo es necesario para mantener operaciones fluidas durante todo el año. En otras, las empresas pueden funcionar perfectamente con un capital de trabajo relativamente bajo, siempre y cuando tengan ingresos y gastos confiables de forma consistente, además de modelos de negocio estables.

Tanto las cifras de activo corriente como de pasivo corriente cambian diariamente porque se basan en un período de 12 meses en constante rotación. Por lo tanto, la cifra de capital de trabajo neto fluctúa con el tiempo.