Como asesor de finanzas personales con CFA de tercer nivel, es importante comprender cómo los inversores y analistas utilizan una amplia gama de indicadores técnicos para evaluar el riesgo relativo asociado con una acción específica. La gestión óptima del riesgo implica poder evaluar el riesgo de una inversión y su potencial de rentabilidad desde todos los ángulos, incluido su rendimiento en comparación con el del mercado en general. Un bajo rendimiento constante puede ser un indicador de un potencial de crecimiento limitado o prácticas comerciales ineficientes. Es por eso que el Alpha es una herramienta importante para muchos inversores al tratar de averiguar si sus inversiones están teniendo un buen desempeño.
¿Qué es el Alpha?
Uno de los métricos más populares para comparar el rendimiento de una empresa con el del mercado más amplio es el Alpha. Básicamente, el Alpha refleja en qué medida los rendimientos de una acción cumplen o superan los rendimientos generados por el mercado.
Una acción con un Alpha de cero se desempeña alineada con el mercado. Un Alpha positivo indica que la seguridad está superando al mercado. Por el contrario, un Alpha negativo indica que la seguridad no genera rendimientos al mismo ritmo que el sector en general. Por lo tanto, según esta definición, una acción con un Alpha negativo está teniendo un desempeño inferior.
Alpha negativo como señal
Un bajo rendimiento constante puede ser una gran señal de alerta. Sin embargo, al utilizar los rendimientos del mercado como referencia para la evaluación del rendimiento, el Alpha asume que el nivel de riesgo del valor individual, llamado riesgo específico de la empresa, es comparable al del mercado, llamado riesgo sistemático. Por esta razón, el Alpha es más útil en el contexto de análisis de cartera en general porque la distribución del capital de inversión en varios valores diferentes permite la diversificación.
La diversificación óptima puede anular por completo el riesgo específico de la empresa, haciendo que el riesgo general de la cartera sea igual al riesgo del mercado. Dado que este tipo de diversificación es imposible con inversiones en un solo valor, el Alpha es un reflejo menos preciso del rendimiento. En inversiones en un solo valor, un Alpha negativo no es necesariamente una señal para vender si el valor sigue generando rendimientos.
Importancia de la gestión de carteras
En la gestión de carteras, un Alpha negativo indica que tus inversiones no están óptimamente diversificadas. El Alpha en la gestión de carteras toma el rendimiento del fondo y resta el rendimiento esperado de su beta para descubrir cualquier exceso. Para un gestor de fondos mutuos o una estrategia general, el Alpha puede indicar la efectividad general del fondo o de la estrategia. Además, el Alpha también puede medir qué tan bien un gestor puede seleccionar acciones.
Sin embargo, el Alpha es solo una métrica que se debe analizar al crear una estrategia de inversión. Al igual que con cualquier otro indicador, es importante tener una visión integral del riesgo relativo de una inversión en lugar de basar decisiones en un solo valor.
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