La arbitraje de fusiones es un negocio que implica operar con acciones de empresas que están involucradas en adquisiciones o fusiones. La forma más básica de estas operaciones implica comprar acciones de la empresa objetivo a un precio inferior al precio de adquisición, con el objetivo de venderlas a un precio más alto cuando se concrete el acuerdo.
¿Qué es la arbitraje de fusiones?
La arbitraje de fusiones, también conocida como “merge-arb”, implica operar con las acciones de empresas que participan en fusiones y adquisiciones. Cuando los términos de una fusión propuesta se hacen públicos, un arbitrajista tomará posiciones largas, comprando acciones de la empresa objetivo, las cuales en la mayoría de los casos cotizan por debajo del precio de adquisición.
- La arbitraje de fusiones ha demostrado ser una estrategia exitosa para muchos fondos, pero requiere experiencia para evaluar con precisión los riesgos.
¿Cómo funciona?
Si el acuerdo se concreta, el precio de las acciones de la empresa objetivo se elevará al precio acordado de adquisición. Mientras más amplia sea la brecha, o spread, entre los precios de negociación actuales y sus precios valorados por los términos de adquisición, mejores serán las posibles ganancias del arbitrajista.
Importancia de conocer los riesgos
Aunque todo esto suene bastante sencillo, en la vida real, las cosas no siempre salen como se predice. Todo el negocio de la arbitraje de fusiones es arriesgado y las fusiones pueden fracasar, lo que podría resultar en pérdidas significativas para el arbitrajista.
La arbitraje de fusiones es un negocio riesgoso y complicado que podría ocasionar pérdidas significativas.
Ejemplo de una fusión exitosa
Supongamos que la empresa Deliciosa S.A. cotiza a $40 por acción cuando Hambriento Inc. ofrece $50 por acción, un 25% de prima. El precio de las acciones de Deliciosa se elevará de inmediato, pero probablemente se estabilizará en un precio superior a $40 y menor a $50 hasta que se apruebe y cierre el acuerdo de adquisición.
Más escenarios complicados en la arbitraje de fusiones
Existen otras formas de operar una adquisición o fusión. En muchos casos, el precio de las acciones de la empresa adquirente cae, tal vez porque los inversores expresan escepticismo sobre la sabiduría del acuerdo o la carga de deuda asumida. Por lo tanto, un arbitrajista a menudo venderá en corto las acciones de la empresa adquirente, con la esperanza de recomprarlas más tarde a un precio más bajo.
La fusión del Hungry-Delicious puede verse como una situación de riesgo. Si el acuerdo no se concreta, el valor de las acciones de Hungry podría caer de $100 a $95. En este caso, el arbitrajista ganaría $5 por acción con la venta en corto de las acciones de Hungry. Aquí, vender en corto las acciones del adquirente serviría como cobertura, ofreciendo cierto resguardo frente a la pérdida de $8 por acción sufrida en las acciones de la empresa objetivo.
Conclusión sobre la arbitraje de fusiones
Si todo sale como está planeado, la arbitraje de fusiones potencialmente puede ofrecer buenos rendimientos. El problema es que el mundo de las fusiones y adquisiciones está lleno de incertidumbre. Apostar en movimientos de precios alrededor de adquisiciones es un negocio muy arriesgado donde los beneficios son más difíciles de conseguir.
Es importante recordar que la arbitraje de fusiones es una actividad muy compleja y arriesgada, por lo que se recomienda a los pequeños inversionistas no aventurarse en este terreno sin la debida experiencia y conocimientos. Este tipo de operaciones suelen estar a cargo de firmas de arbitraje especializadas y fondos de cobertura que cuentan con equipos de expertos para evaluar los riesgos y oportunidades de las fusiones y adquisiciones.
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