Warren Buffett es ampliamente considerado como uno de los mejores inversores de todos los tiempos, pero si le preguntaras quién cree que es el mejor inversor, probablemente mencionaría a un hombre: su ex profesor, Benjamin Graham. Graham fue un inversor y mentor en inversiones que generalmente se considera el padre del análisis de seguridad y la inversión en valor.

¿Quién fue Benjamin Graham y por qué es importante?

Sus ideas y métodos en inversión están bien documentados en sus libros “Security Analysis” (1934) y “The Intelligent Investor” (1949), que son dos de los textos de inversión más famosos jamás escritos. Estos textos a menudo se consideran material de lectura obligatoria para cualquier inversor, pero no son lecturas fáciles. En este artículo, condensaremos los principales principios de inversión de Graham y te daremos una ventaja para entender su filosofía ganadora.

Principio #1: Siempre invertir con un margen de seguridad

El margen de seguridad es el principio de comprar un valor a un descuento significativo de su valor intrínseco, lo que se piensa que no solo proporciona oportunidades de alto retorno, sino que también minimiza el riesgo a la baja de una inversión. En términos simples, el objetivo de Graham era comprar activos por $1 que valieran 50 centavos. Lo hizo muy, muy bien.

Para Graham, los activos empresariales podían ser valiosos debido a su poder de ganancia estable o simplemente debido a su valor en efectivo líquido. Por ejemplo, no era raro para Graham invertir en acciones donde los activos líquidos en el balance (netos de toda deuda) valían más que la capitalización de mercado total de la empresa (también conocido como “netos netos” para los seguidores de Graham). Esto significa que Graham estaba comprando efectivamente negocios por nada.

Este concepto es importante para que los inversores lo noten, ya que la inversión en valor puede proporcionar ganancias sustanciales una vez que el mercado inevitablemente reevalúa la acción y aumenta su precio al valor justo. También proporciona protección a la baja si las cosas no salen según lo planeado y la empresa flaquea. La red de seguridad de comprar un negocio subyacente por mucho menos de lo que vale fue central para el éxito de Graham. Cuando se eligen cuidadosamente, Graham encontró que una disminución adicional en estas acciones subvaluadas ocurría raramente.

Principio #2: Aprovechar la volatilidad del mercado

Invertir en acciones implica lidiar con volatilidad. En lugar de huir en tiempos de estrés en el mercado, el inversionista inteligente ve las caídas como oportunidades para encontrar grandes inversiones. Graham ilustró esto con la analogía de “Mr. Market”, el socio comercial imaginario de cada inversor. Mr. Market ofrece a los inversores una cotización de precio diaria a la que compraría a un inversor o vendería su participación en el negocio. A veces, estará emocionado por las perspectivas del negocio y cotizará un precio alto. En otras ocasiones, estará deprimido sobre las perspectivas del negocio y cotizará un precio bajo.

“El mercado fluctuará, a veces de manera salvaje, pero en lugar de temerle a la volatilidad, úsela a su favor para obtener gangas en el mercado o vender cuando sus posiciones se vuelvan demasiado sobrevaluadas”.

Graham recomendó dos estrategias para ayudar a mitigar los efectos negativos de la volatilidad del mercado:

  • Dollar-Cost Averaging: Se logra comprando cantidades iguales en dólares de inversiones a intervalos regulares. Aprovecha las caídas en el precio y significa que un inversor no tiene que preocuparse por comprar toda su posición en el pico del mercado.
  • Invertir en acciones y bonos: Graham recomienda distribuir equitativamente la cartera entre acciones y bonos como una forma de preservar el capital en los descensos del mercado y, al mismo tiempo, lograr un crecimiento del capital a través del ingreso por bonos.
  • Principio #3: Conocer qué tipo de inversor eres

    Graham aconsejó a los inversores conocer sus personalidades de inversión. Hizo distinciones claras entre varios grupos que operan en el mercado de valores.

    ¿Inversor activo o pasivo?

    Graham se refería a los inversores activos y pasivos como “inversores emprendedores” e “inversores defensivos”.

    La primera opción es comprometerse seriamente en tiempo y energía para convertirse en un buen inversor que equipare la calidad y cantidad de investigación práctica hands-on con el retorno esperado.

    Si no tienes ni el tiempo ni la inclinación para hacer una investigación de calidad en tus inversiones, invertir en un índice es una buena alternativa. Para el inversor defensivo, obtener un rendimiento promedio comprando las 30 acciones del Promedio Industrial Dow Jones en cantidades iguales es una estrategia viable.

    ¿Eres especulador o inversor?

    No todas las personas en el mercado de valores son inversores. Graham creía que era fundamental que las personas determinaran si eran inversores o especuladores. La diferencia es simple: un inversor ve una acción como parte de un negocio y al accionista como propietario del negocio, mientras que el especulador se ve a sí mismo jugando con papeles costosos, sin valor intrínseco.

    Graham insta a sus lectores a decidir qué tipo de trader son, especulador o inversor de valor, antes de asumir cualquier exposición en el mercado.

    Conclusión

    La filosofía de inversión de Benjamin Graham se reduce a la inversión en valor, buscando acciones que estén subvaluadas según las ganancias por acción, valor en libros y múltiplos de inversión. Graham se refiere a esto como un “margen de seguridad”. La volatilidad del mercado la ve como una oportunidad para explotar debilidades excesivas como oportunidades de compra y fortalezas excesivas como un momento para obtener ganancias.

    Es vital para los inversores entender qué tipo de trader son antes de ingresar al mercado. Graham ofrece dos paradigmas para los inversores: activos versus pasivos. Para Graham y Buffett, cumplir con la tasa de retorno del mercado es perfectamente aceptable, mientras que intentar superar el mercado es altamente improbable.