La asignación de activos es una estrategia fundamental en el mundo de las inversiones que busca equilibrar el riesgo y el potencial de rendimiento a lo largo del tiempo. En lugar de depender de un solo activo, se trata de distribuir las inversiones en diferentes clases de activos como acciones, bonos y efectivo. Esta distribución se adapta a tus objetivos financieros, tolerancia al riesgo y horizonte temporal. Mantener este equilibrio no es una decisión única, sino que requiere revisiones periódicas del portafolio y ajustes para asegurarse de que se adapte a tus necesidades y metas financieras en constante cambio.
¿Qué es la asignación de activos?
La asignación de activos implica distribuir las inversiones en diversas clases de activos. En líneas generales, esto incluye una combinación de acciones, bonos y efectivo o valores del mercado monetario.
Dentro de estas tres clases existen subclases:
- Acciones de gran capitalización: emitidas por empresas con una capitalización de mercado superior a $10 mil millones.
- Acciones de mediana capitalización: emitidas por empresas con una capitalización de mercado entre $2 mil millones y $10 mil millones.
- Acciones de pequeña capitalización: empresas con una capitalización de mercado inferior a $2 mil millones, que suelen tener un mayor riesgo debido a su menor liquidez.
- Valores internacionales: cualquier valor emitido por una empresa extranjera y listado en un mercado extranjero.
- Mercados emergentes: valores emitidos por empresas en países en desarrollo, que ofrecen un alto potencial de retorno pero también un alto riesgo debido al riesgo país y su menor liquidez.
- Valores de renta fija: bonos corporativos o gubernamentales de alta calificación que pagan un monto fijo de interés y devuelven el capital al final del período, siendo menos volátiles y menos riesgosos que las acciones.
- Mercado monetario: inversiones en deuda a corto plazo, generalmente de un año o menos. Letras del Tesoro (T-bills) son la inversión más común en este mercado.
- Fideicomisos de inversión inmobiliaria (REITs): acciones en un fondo de inversores de hipotecas o propiedades.
Maximizar el rendimiento y el riesgo
El objetivo de asignar tus activos es minimizar el riesgo al mismo tiempo que obtienes el nivel de rendimiento esperado. Para lograr ese objetivo, debes conocer las características de riesgo y rendimiento de las diferentes clases de activos. Las acciones tienen el mayor potencial de rendimiento pero también el mayor riesgo, mientras que los bonos del Tesoro tienen el riesgo más bajo pero también ofrecen el menor rendimiento.
“El intercambio entre riesgo y rendimiento es fundamental en la asignación de activos”.
Las opciones de alto riesgo son más adecuadas para inversores con una mayor tolerancia al riesgo, es decir, que puedan aceptar grandes fluctuaciones en los precios del mercado. Dado que un inversor más joven con una cuenta de inversión a largo plazo puede recuperarse con el tiempo, una pareja cerca o en la jubilación puede no querer arriesgar su patrimonio acumulado.
La regla general es que un inversor debe reducir gradualmente la exposición al riesgo con los años para llegar a la jubilación con una cantidad razonable de dinero invertida en activos seguros.
Por qué es importante la diversificación a través de la asignación de activos
La diversificación a través de la asignación de activos es crucial porque protege tu cartera de las fluctuaciones de un solo activo o clase de valores. Aunque una parte de tu cartera puede contener valores más volátiles elegidos por su potencial de mayores rendimientos, la otra parte está dedicada a activos más estables. Esta diversificación reduce el impacto de los movimientos del mercado en tu portafolio en su conjunto.
Decidiendo qué es lo adecuado para ti
Dado que cada clase de activo tiene su propio nivel de rendimiento y riesgo, los inversores deben tener en cuenta su tolerancia al riesgo, objetivos de inversión, horizonte temporal y fondos disponibles para invertir como base para la composición de sus activos. Todo esto es importante a medida que los inversores buscan crear su portafolio óptimo.
Los inversores con un horizonte temporal largo y sumas más grandes para invertir pueden sentirse cómodos con opciones de alto riesgo y alto rendimiento. Mientras que aquellos con sumas más pequeñas y períodos de tiempo más cortos pueden preferir asignaciones de menor riesgo y menor rendimiento.
Para facilitar el proceso de asignación de activos, muchas empresas de inversión crean una serie de carteras modelo, cada una compuesta por diferentes proporciones de clases de activos. Cada cartera satisface un nivel particular de tolerancia al riesgo del inversor, que van desde conservador hasta muy agresivo.
Cómo ajustar tus asignaciones
Estas carteras modelo y las estrategias que las acompañan solo ofrecen una guía general. Puedes modificar las proporciones para adaptarlas a tus propias necesidades de inversión. Cómo afinas los modelos mencionados anteriormente depende de tus futuras necesidades financieras de capital y del tipo de inversor que eres.
Por ejemplo, si te gusta investigar tus propias empresas y dedicar tiempo a seleccionar acciones, probablemente dividirás aún más la porción de acciones de tu cartera en subclases de acciones. Al hacerlo, puedes lograr un potencial de riesgo-rendimiento especializado dentro de una parte de tu cartera.
Además, el porcentaje de la cartera que dediques a efectivo e instrumentos del mercado monetario dependerá de la cantidad de liquidez y seguridad que necesitas.
Manteniendo tu cartera
Una vez que hayas decidido cómo asignar tu cartera, puedes elegir una de varias estrategias básicas de asignación. Cada una ofrece un enfoque diferente según el horizonte temporal, las metas y la tolerancia al riesgo del inversor. Es importante realizar revisiones periódicas de tu cartera para asegurarte de que siga alineada con tus metas y tolerancia al riesgo a medida que estas cambian con el tiempo.
Conclusión
La asignación de activos es una estrategia esencial para maximizar las ganancias mientras se minimiza el riesgo. Los diferentes estilos de asignación descritos anteriormente cubren una amplia gama de estilos de inversión, adaptándose a diferentes tolerancias al riesgo, horizontes temporales y metas.
Cuando elijas una estrategia de asignación de activos que sea adecuada para ti, recuerda revisar tu cartera periódicamente para asegurarte de que mantengas tu asignación prevista y sigas en camino para alcanzar tus objetivos de inversión a largo plazo.
Deja un comentario