Los jóvenes deben conocer la importancia de involucrarse en sus finanzas personales desde temprana edad. Abrir una cuenta de jubilación individual (IRA, por sus siglas en inglés) puede ser una excelente manera de empezar a ahorrar y aprovechar el poder del tiempo y la capitalización ofrecidos por un plan de ahorro con ventajas fiscales.

¿Qué son las IRAs para niños y por qué son importantes?

Una IRA para niños es una cuenta de inversión que puede beneficiar a lo pequeños a largo plazo. Existen dos tipos de IRAs para este grupo demográfico: el tradicional y el Roth. Ambos ofrecen ventajas fiscales, pero en general, el Roth IRA es la mejor opción para menores con ingresos limitados. Este tipo de cuenta permite a los niños recibir retiros libres de impuestos en el futuro, lo cual resulta muy atractivo dada la expectativa de que puedan estar en un nivel impositivo superior en su vida adulta.

¿Cómo abrir una IRA para un niño?

Al considerar abrir una IRA para un niño, es importante tener en cuenta que la cuenta debe ser gestionada por un adulto hasta que el menor alcance la mayoría de edad. Se puede abrir una IRA para un niño en bancos, corredores de bolsa y compañías de inversión. Estas cuentas suelen ser custodiadas, lo que significa que el adulto es el responsable de tomar decisiones de inversión hasta que el niño asuma el control.

Para financiar una IRA infantil, el menor debe tener ingresos obtenidos legalmente, ya sea a través de un trabajo como empleado o a través de un negocio propio. El monto máximo que un niño puede aportar a una IRA en 2024 es el menor entre $7,000 o sus ingresos tributables del año. Es esencial que se demuestre la fuente de estos ingresos para cumplir con las regulaciones del IRS.

Beneficios y usos de las IRAs para niños

Aparte de los obvios beneficios de ahorrar para el futuro, las IRAs para niños ofrecen lecciones financieras valiosas y la oportunidad de enseñarles sobre inversiones, ahorro y gasto responsable. Además, estas cuentas pueden brindar flexibilidad en situaciones especiales, como la posibilidad de utilizar los fondos para gastos educativos, comprar una casa o en caso de emergencias, dependiendo del tipo de IRA.

En última instancia, abrir una IRA para un niño puede sentar las bases para una educación financiera sólida y desarrollar hábitos financieros saludables desde temprana edad. Aprovechar el tiempo y la ventaja de la capitalización puede marcar una gran diferencia en el futuro financiero de los más jóvenes.