La idea de contar con ingresos garantizados después de la jubilación es muy atractiva para muchos, pero es crucial entender los costos involucrados antes de transferir tus fondos del 401(k) a una anualidad. Además de los honorarios que debes pagar, corres el riesgo de perder parte de tu inversión si falleces prematuramente, ya que es posible que no puedas dejar el resto de la anualidad a tus beneficiarios.

¿Qué son las anualidades y por qué debes tener cuidado al considerarlas?

Las anualidades pueden venir con una gran cantidad de tarifas y cargos que reducen significativamente tus fondos. Algunas anualidades no pueden ser transferidas a un beneficiario, lo que significa que cualquier dinero restante en ellas cuando mueras va directamente a la compañía de seguros. Los fondos del 401(k) ya están diferidos de impuestos, por lo que no hay ninguna ventaja impositiva al transferirlos a una anualidad.

Honorarios adicionales y riesgos que debes tener en cuenta

Uno de los principales beneficios de las anualidades es que pueden proporcionar ingresos garantizados. Sin embargo, es probable que tengas que enfrentar gastos sustanciales solo por tener una anualidad, además de tu inversión inicial. Los honorarios específicos que cobra tu compañía de seguros varían según el tipo de inversión que elijas. Las anualidades variables tienden a tener tarifas más altas que sus contrapartes fijas debido a que requieren un estilo de gestión más activo.

Otros cargos pueden ser costos únicos por adelantado, como una tarifa de venta para cubrir la comisión de la persona que te vendió la anualidad, o una tarifa contractual. Aunque estos gastos pueden parecer pequeños individualmente, pueden agotar tus fondos de jubilación con el tiempo.

Si decides que una anualidad ya no es la mejor opción para tus necesidades y deseas retirar tu inversión inicial, podrías incurrir en un cargo por cancelación significativo. Este cargo puede comenzar en un 15% (o incluso más) y disminuir gradualmente durante los primeros 10 años de propiedad de la cuenta.

Riesgo de pérdida y compensación fiscal

Si mueres antes de utilizar tus ahorros del 401(k), tu beneficiario designado hereda la cuenta como cualquier otro activo. Sin embargo, si mueres antes de recibir beneficios completos de tu anualidad, la compañía de seguros puede quedarse con el resto de tus ahorros. Muchos asesores financieros recomiendan las anualidades porque tu inversión crece de forma diferida de impuestos, lo que significa que no pagas impuestos sobre las ganancias hasta que se retiran.

Otro riesgo a considerar al transferir tu 401(k) a una anualidad son las implicaciones fiscales de la misma. Si no completas la transacción dentro de los 60 días, podrías perder el 20% de tu saldo. Cualquier cantidad que no transfieras será gravable como ingreso ordinario, lo que puede aumentar significativamente tu responsabilidad fiscal.

Conclusión y recomendaciones finales

Al decidir si debes transferir tu 401(k) a una anualidad, debes sopesar los ingresos garantizados contra el riesgo de que tu patrimonio pierda fondos en caso de que fallezcas prematuramente, además de las tarifas que debes pagar. También revísar si tu plan de jubilación patrocinado por el empleador ya tiene una opción de anualidad.

Es fundamental entender completamente las implicaciones y riesgos financieros antes de tomar una decisión tan importante como transferir tu 401(k) a una anualidad. Siempre es recomendable buscar asesoramiento financiero profesional y considerar todas las opciones disponibles para asegurarte de que estás tomando la mejor decisión para tu futuro financiero.