Con el pasar de los años, las implicaciones sociales y económicas de un envejecimiento de la población se han vuelto cada vez más evidentes en muchas naciones industrializadas. Con personas en América del Norte, Europa Occidental y Japón envejeciendo a un ritmo más rápido que nunca, los responsables políticos se enfrentan a varios problemas interrelacionados, incluyendo una disminución en la población en edad laboral, un aumento en los costos de atención médica, compromisos de pensiones insostenibles y cambios en los impulsores de la demanda dentro de la economía. Estos problemas podrían minar significativamente el alto nivel de vida disfrutado en muchas economías avanzadas.
¿Qué está sucediendo y por qué es importante?
Las naciones industrializadas están experimentando los efectos de una población envejecida. La disminución en la población en edad laboral está resultando en una escasez de trabajadores calificados. Las naciones con una población mayor dependen de un grupo más pequeño de personas para pagar costos de salud más altos, beneficios de pensión y otros programas financiados públicamente.
La disminución en la población en edad laboral
En 2022, había 771 millones de personas de 65 años o más. Se espera que este número aumente a 994 millones para 2030 y 1.6 mil millones para 2025, según las Naciones Unidas.
Una población que envejece rápidamente significa que menos personas en edad laboral participan (y participarán) en la economía. Esto lleva a una escasez de trabajadores calificados, lo que dificulta que las empresas cubran roles en demanda.
Una economía que no puede cubrir ocupaciones en demanda enfrenta consecuencias adversas, incluyendo una disminución en la productividad, mayores costos laborales, una expansión empresarial retrasada y una reducción en la competitividad internacional. En algunos casos, una escasez de oferta puede aumentar los salarios, lo que provoca inflación salarial y crea un ciclo vicioso de espiral de precios/salarios.
Muchos países compensan a través de la inmigración para mantener bien abastecidas sus fuerzas laborales. Mientras países como Australia, Canadá y el Reino Unido atraen a más inmigrantes altamente calificados, integrarlos en la fuerza laboral puede ser un desafío porque los empleadores locales pueden no reconocer sus credenciales y experiencia laboral, especialmente si se obtuvieron en otros países.
Aumento en los costos de atención médica
Dado que la demanda de atención médica aumenta con la edad, los países con poblaciones envejecidas rápidamente deben asignar más dinero y recursos a sus sistemas de salud. El gasto en salud como porcentaje del producto interno bruto (PIB) ya es alto en la mayoría de las economías avanzadas. Un desafío que enfrentan estas economías avanzadas es asegurar que los resultados en salud mejoren cuando aumentan el gasto.
El sector de la salud en muchas economías avanzadas enfrenta problemas similares, incluyendo escasez de personal y habilidades, así como un aumento en la demanda de cuidados en el hogar. Todos estos factores de aumento de costos pueden hacer que sea más difícil para los sistemas existentes manejar la mayor prevalencia de enfermedades crónicas, al mismo tiempo que abordan las necesidades de una población cada vez mayor de adultos mayores.
Aumento en la tasa de dependencia
Los países con grandes poblaciones de adultos mayores dependen de grupos más pequeños de trabajadores de los cuales recaudar impuestos para pagar costos más altos de salud, beneficios de pensión y otros programas financiados públicamente. Esto es cada vez más común en economías avanzadas donde los jubilados viven con ingresos fijos y con brackets fiscales mucho más pequeños que los trabajadores. La combinación de menores ingresos fiscales y mayores compromisos de gasto en atención médica, pensiones y otros beneficios es una preocupación importante para las naciones industrializadas avanzadas.
Cambios en la economía
Una economía con una proporción significativa de adultos mayores y jubilados tiene impulsores de demanda diferentes a una economía con una tasa de natalidad más alta y una población en edad laboral más grande. Por ejemplo, las poblaciones que envejecen rápidamente tienden a tener una mayor demanda de atención médica y residencias para jubilados.
Aunque esto no es necesariamente negativo, las economías pueden enfrentar desafíos para hacer la transición a mercados que están cada vez más impulsados por bienes y servicios relacionados con personas de edad avanzada. A medida que las economías avanzadas envejecen, queda por ver si la inmigración llenará los vacíos en sectores dejados por poblaciones envejecidas o si las economías en general tendrán que ajustarse a las cambiantes demografías.
¿Qué países tienen el mayor porcentaje de adultos mayores?
- Japón es el país con la mayor proporción de su población compuesta por adultos mayores, con un 28.2% de personas de 65 años o más.
- Otros países con grandes porcentajes de adultos mayores incluyen Italia, con un 22.8% de su población de 65 años o más, y Finlandia, con un 21.9%.
¿Cuál es la población más joven del mundo?
La mayoría de las poblaciones más jóvenes del mundo se encuentran en África. Níger tiene la mediana de edad más baja, con solo 15 años. Tener una población joven puede ser tanto una oportunidad como un desafío para las naciones.
¿Cómo pueden los países enfrentar el envejecimiento de la población?
Los países pueden explorar diferentes políticas para adaptarse a los cambios económicos debido al envejecimiento de la población. Una propuesta común incluye retrasar la edad de jubilación, lo que efectivamente prolonga el tiempo que las personas pasan trabajando. Otras posibilidades incluyen disminuir los beneficios de seguridad social (en casos donde existan posibles déficits) y aumentar los impuestos para pagarlos.
Conclusión
Muchas naciones industrializadas están lidiando con poblaciones envejecidas, que a menudo se corresponden con una disminución en adultos en edad laboral y un aumento en los costos de salud. Estos problemas pueden causar tensiones económicas, particularmente cuando significa que una proporción más pequeña de la población total tiene que soportar costos significativos de redes de seguridad social. Las economías con poblaciones envejecidas están explorando actualmente posibles caminos para adaptarse a estos y otros cambios económicos.
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