Descubrir qué impuesto se aplica a qué ingreso puede ayudarte a ahorrar dinero en el momento de presentar tus impuestos. Es importante entender la diferencia entre el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre las ganancias de capital para optimizar tus obligaciones fiscales. Aquí te proporcionamos una guía detallada sobre estos dos tipos de impuestos y cómo esta información puede ayudarte a reducir tus impuestos de manera efectiva.

Impuesto sobre la Renta

El impuesto sobre la renta se paga sobre los ingresos derivados del empleo, intereses, dividendos, regalías o autoempleo, ya sea en forma de servicios, dinero o propiedad. En los Estados Unidos, el sistema de impuestos sobre la renta es progresivo, lo que significa que las tasas se aplican desde un 10% hasta un 37% de los ingresos anuales de un contribuyente. A medida que los ingresos aumentan, también lo hacen las tasas impositivas. Las tasas del impuesto sobre la renta varían según el nivel de ingresos y el estado civil del contribuyente.

  • Para el año fiscal 2024, los porcentajes impositivos para un solo declarante son los siguientes:

10% en ingresos hasta $11,600

12% en ingresos de $11,600 a $47,150

22% en ingresos de $47,150 a $100,525

24% en ingresos de $100,525 a $191,950

32% en ingresos de $191,950 a $243,725

35% en ingresos de $243,725 a $609,350

37% en ingresos superiores a $609,350

Es importante recordar que el sistema impositivo progresivo opera de manera marginal, lo que significa que diferentes segmentos de tus ingresos estarán sujetos a diferentes tasas impositivas. Esta estructura impositiva tiene en cuenta la capacidad de pago, por lo que las personas con mayores ingresos suelen estar sujetas a tasas impositivas más altas.

Impuesto sobre las Ganancias de Capital

Por otro lado, el impuesto sobre las ganancias de capital se aplica a los ingresos derivados de la venta o intercambio de un activo, como acciones o propiedades categorizadas como activos de capital. Las ganancias de capital a corto plazo, obtenidas de activos mantenidos por un año o menos, se gravan a tasas impositivas ordinarias. En contraste, las ganancias de capital a largo plazo, provenientes de activos mantenidos por más de un año, están sujetas a tasas impositivas preferenciales del 0%, 15% o 20%, dependiendo del nivel de ingresos.

Cómo Calcular una Ganancia de Capital

Para calcular una ganancia de capital, primero debes determinar la base de costo del activo y luego restarla del precio de venta del mismo. Por ejemplo, si compras una propiedad por $10,000 y realizas mejoras por $1,000, tu base de costo sería de $11,000. Si luego vendes el activo por $20,000, tu ganancia sería de $9,000 ($20,000 menos $11,000).

Impuesto sobre la Renta vs. Impuesto sobre las Ganancias de Capital – Ejemplo

Supongamos que Juan contribuyente ganó $35,000 en 2023. En cuanto a su impuesto sobre la renta, habría pagado un 10% por los primeros $11,000 de ingresos y un 12% por los $24,000 restantes, hasta $44,725. En total, su responsabilidad tributaria habría sido de $3,980.00.

En cuanto al impuesto sobre las ganancias de capital, si Juan vendió un activo que generó una ganancia de capital a corto plazo de $1,000, su responsabilidad tributaria aumentaría en $120, calculado como el porcentaje impositivo sobre ganancias de capital a corto plazo (su tasa impositiva de la franja de ingresos).

En cambio, si Juan esperara un año y un día para vender el activo, el impuesto sobre las ganancias de capital a largo plazo sería del 0% (de acuerdo con el umbral anual de ingresos).

Importancia de Entender la Diferencia

La diferencia fundamental entre el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre las ganancias de capital radica en los ingresos a los cuales se aplican y las tasas impositivas correspondientes. Comprender esta distinción puede permitirte tomar decisiones financieras informadas y optimizar tus obligaciones fiscales.

Conclusión

Es crucial estar al tanto de las tasas impositivas actuales y los umbrales de ingresos para el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre las ganancias de capital. Mantener una visión clara de cómo se gravan diferentes tipos de ingresos te ayudará a planificar financieramente y maximizar tu capacidad para ahorrar en impuestos.

Recuerda que las tasas impositivas pueden cambiar según las regulaciones fiscales vigentes, por lo que es importante estar informado y consultar a un asesor financiero o fiscal para obtener orientación personalizada sobre tus circunstancias específicas.