Como asesor financiero personal con la certificación de CFA de tercer nivel, es importante entender la diferencia crucial entre inversiones en acciones y bonos. Si bien las acciones ofrecen un mayor potencial de retorno que los bonos, también vienen acompañadas de una mayor volatilidad en el camino. Por otro lado, los bonos se emiten y venden como una alternativa “segura” a la montaña rusa generalmente experimentada en el mercado de valores. Mientras que las acciones implican un mayor riesgo, también ofrecen la oportunidad de obtener mayores retornos.
¿Qué sucede con las acciones y los bonos?
Los bonos tienden a tener tasas de interés más bajas con el tiempo en comparación con el retorno general del mercado de valores. Si bien es cierto que algunas acciones individuales pueden superar en rendimiento a los bonos significativamente, también conllevan un riesgo mucho mayor de pérdida. Los bonos siempre serán menos volátiles en promedio que las acciones, ya que se conoce más acerca de sus flujos de ingresos. Por el contrario, las acciones presentan más incertidumbres en cuanto a su desempeño, lo que aumenta su factor de riesgo y su volatilidad.
¿Por qué es importante entender esta diferencia?
La correlación entre el riesgo y el retorno es fundamental en las decisiones de inversión. Como se menciona en el artículo, “a mayor riesgo, mayor retorno”. Este principio es clave para entender por qué las acciones tienden a ofrecer mayores retornos que los bonos a lo largo del tiempo. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que este mayor potencial de retorno viene acompañado de una mayor volatilidad.
¿Cómo afecta la volatilidad a las inversiones?
Si bien los bonos ofrecen un rendimiento fijo y conocido, ¿qué causa su fluctuación en valor? Varios factores interrelacionados influyen en su volatilidad:
Inflación y el valor del dinero en el tiempo: las expectativas de inflación afectan la demanda de rendimiento de los bonos. Tasas de descuento y valor presente: el valor presente de un bono se ve afectado por la tasa de descuento aplicada, que varía según las expectativas de inflación y la percepción del riesgo del emisor del bono. Más factores que influyen en el valor de los bonos: el riesgo de incumplimiento del emisor y las diferentes tasas de descuento utilizadas por los inversores según sus propias expectativas de inflación y evaluaciones de riesgo.
Por otro lado, con las acciones, el retorno se calcula principalmente a partir de los flujos de efectivo libres, lo que introduce un mayor nivel de incertidumbre en la estimación del valor presente. La volatilidad de los precios de las acciones se ve exacerbada por la constante evolución de los flujos de ingresos y las tasas de descuento aplicadas.
Conclusión
Comprender estas diferencias fundamentales entre acciones y bonos es esencial para construir una cartera de inversión diversificada y adaptada a tus objetivos financieros. Tener en cuenta el equilibrio entre riesgo y retorno te permitirá tomar decisiones informadas y estratégicas en tu camino hacia la construcción de riqueza a largo plazo.
Deja un comentario