Pequeñas empresas a menudo necesitan dinero, especialmente aquellas en las etapas iniciales de desarrollo. Existen dos tipos básicos de financiamiento disponible para las pequeñas empresas: financiamiento de deuda y financiamiento de capital. Pero, ¿cuál es la mejor opción para ti como propietario de una pequeña empresa?
¿Qué es el Financiamiento de Deuda?
Comprar una casa, adquirir un automóvil o utilizar una tarjeta de crédito son todas formas de financiamiento de deuda. Consiste en tomar un préstamo de una persona o empresa y comprometerte a pagarlo de vuelta con intereses. El financiamiento de deuda para tu empresa funciona de manera similar.
- Los préstamos bancarios son comúnmente utilizados por propietarios de pequeñas empresas.
- Al devolver el préstamo, finaliza tu relación con el prestamista.
- Los pagos de intereses son deducibles de impuestos.
“El financiamiento de deuda es una apuesta sobre tu futura capacidad para pagar el préstamo.”
Por otro lado, el financiamiento de deuda puede poner en riesgo los activos financieros familiares en caso de garantía.
¿Qué es el Financiamiento de Capital?
La principal diferencia entre el financiamiento de capital y el financiamiento de deuda es que el financiamiento de capital implica inversores. Puedes ofrecer acciones de tu empresa a familiares, amigos u otros inversionistas pequeños, aunque suele involucrar a capitalistas de riesgo o inversionistas ángeles. Un ejemplo popular es el programa Shark Tank donde los emprendedores presentan sus ideas comerciales a un grupo de inversores en un intento por conseguir financiamiento de capital.
“El riesgo recae en los inversores en el financiamiento de capital, lo que permite disponer de más efectivo sin pagos de préstamos.”
Sin embargo, ceder un porcentaje de tu empresa a los inversionistas y compartir ganancias y decisiones pueden ser aspectos desfavorables del financiamiento de capital.
¿Qué es mejor para mi empresa, Financiamiento de Capital o de Deuda?
La decisión de utilizar financiamiento de capital o deuda depende de la cantidad de dinero necesaria y el tamaño de tu empresa. Si solo requieres una pequeña cantidad para comenzar, podría ser más sencillo y económico pedir prestado a un amigo, miembro de la familia o incluso obtener un pequeño préstamo bancario. Por otro lado, si tu empresa necesita cientos de miles de dólares para despegar, el financiamiento de capital podría ser una mejor alternativa.
En resumen, el tipo de financiamiento que busques depende en gran medida de tu startup. Si estás iniciando y puedes comenzar con un pequeño capital, considera un préstamo de familia, amigos o un banco. A medida que creces y alcanzas un mercado más amplio, la financiación de capital puede convertirse en una opción más viable si estás dispuesto a ceder una parte de tu empresa.
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