En tiempos de turbulencias en los mercados y tasas de interés bajas, muchos inversionistas luchan por encontrar alternativas de inversión que no estén siendo duramente golpeadas. Sin embargo, es posible que te sorprendas gratamente al descubrir una clase única de fondos mutuos conocidos como fondos de valor estable.
¿Qué son los Fondos de Valor Estable?
Los fondos de valor estable son una especie de fondo de efectivo que se asemeja a un fondo de mercado monetario al ofrecer protección del principal mientras paga tasas de interés estables. Al igual que sus primos de mercado monetario, estos fondos mantienen un precio constante por acción de $1.
- Los fondos de valor estable generalmente han pagado el doble de la tasa de interés de los fondos del mercado monetario.
- Actualmente, estos fondos invierten principalmente en bonos del gobierno y corporativos con vencimientos a corto y medio plazo, que van desde aproximadamente dos a cuatro años.
¿Cómo se Gestionan los Riesgos?
Las tenencias dentro de los fondos de valor estable son más susceptibles a cambios en las tasas de interés que las tenencias de mercado monetario debido a los vencimientos más largos de los bonos en los que invierten. Este riesgo se mitiga mediante la compra de garantías de seguros por parte del fondo para compensar cualquier pérdida de principal; estas garantías están disponibles en bancos y compañías de seguros.
¿Cuándo son Adecuados los Fondos de Valor Estable?
Los fondos de valor estable son una excelente opción para inversores conservadores y aquellos con horizontes de tiempo relativamente cortos, como los trabajadores que se acercan a la jubilación. Estos fondos proporcionarán ingresos con un riesgo mínimo y pueden ayudar a estabilizar parte de la cartera del inversor en cierta medida.
Dependiendo de ti tolerancia al riesgo y de cuánto tiempo te queda hasta que te retires, los fondos de valor estable pueden ser ideales. La mayoría de los asesores recomiendan asignar no más del 15% al 20% de tus activos en estos fondos.
En resumen, los fondos de valor estable sirven como un buen equilibrio entre los fondos de efectivo y de mercado monetario, que tienen rendimientos bajos, y los fondos de bonos, que tienen un mayor riesgo y volatilidad. Sin embargo, esta estabilidad tiene un costo en forma de tarifas anuales y retornos más bajos que los fondos de acciones.
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