Como asesor financiero personal con la certificación de tercer nivel de CFA (Chartered Financial Analyst), es importante comprender los riesgos asociados con invertir en activos extranjeros. La inversión en activos extranjeros ha demostrado los méritos de la diversificación, y la mayoría de los inversionistas individuales aprovechan los beneficios de los activos internacionales. Sin embargo, a menos que los valores extranjeros hayan sido emitidos en dólares estadounidenses, la cartera experimentará un riesgo cambiario.

¿Qué es el riesgo cambiario y por qué es importante?

El riesgo cambiario es el riesgo de que una moneda se mueva en contra de otra moneda, afectando negativamente el rendimiento general de una inversión. En otras palabras, la tasa de cambio entre las dos monedas puede moverse de manera adversa y erosionar los rendimientos de un vehículo de inversión extranjero. Los inversionistas pueden aceptar el riesgo cambiario y esperar lo mejor, o pueden emplear estrategias de cobertura para mitigar o eliminar el riesgo.

¿Cómo gestionar el riesgo cambiario?

Existen varias estrategias para proteger una inversión extranjera del riesgo cambiario al convertir los fondos de vuelta a la moneda local del inversionista:

  • Las estrategias de cobertura pueden proteger una inversión extranjera del riesgo cambiario.
  • Los ETFs de divisas pueden usarse para mitigar la exposición de una cartera al rendimiento de una tasa de cambio.
  • Los contratos a plazo ofrecen un bloqueo de tipo de cambio para que los fondos internacionales puedan convertirse de vuelta a la moneda local en una fecha posterior.
  • Los contratos de opciones ofrecen más flexibilidad que los contratos a plazo pero con una tarifa por adelantado o una prima.

Riesgo cambiario con la inversión internacional

Por ejemplo, si un inversionista de EE. UU. compró una inversión en Europa denominada en euros, los vaivenes del dólar estadounidense frente al euro afectarían el rendimiento general de la inversión. Cuando el inversionista quiera vender la inversión y llevar el dinero de vuelta a EE. UU., el valor de la inversión denominada en euros necesitaría convertirse de vuelta a dólares.

La diferencia entre la tasa de cambio EUR/USD en el momento de la compra inicial y la tasa en el momento de la venta de la inversión resultaría en una ganancia o pérdida. Independientemente del rendimiento de la inversión, la diferencia entre las dos tasas de cambio se realizaría. El riesgo de que la tasa de cambio pueda moverse en contra del inversionista mientras la inversión esté en euros se llama riesgo de cambio de divisas.

Cómo protegerse con ETFs de divisas

Los ETFs de divisas son fondos que mantienen una cesta de valores o inversiones que pueden incluir posiciones de divisas que experimentan ganancias o pérdidas en función de la tasa de cambio subyacente. Estos fondos pueden usarse para cubrirse contra el riesgo cambiario de una inversión inicial.

Por ejemplo, el ProShares Ultra Short Euro (EUO) busca ofrecer a los inversores el doble de la exposición inversa diaria al par de divisas EUR/USD. Esto significa que está destinado a inversores que desean beneficiarse de un euro más débil frente al dólar estadounidense.

Beneficios y costos de un hedge con ETFs

El fondo ProShares Ultra Short Euro cancelaría efectivamente el riesgo cambiario asociado con el activo inicial. Por supuesto, el inversor debe asegurarse de comprar la cantidad adecuada del ETF para garantizar que las exposiciones largas y cortas coincidan.

Los ETF que se especializan en exposición larga o corta a divisas buscan igualar el rendimiento real de las monedas en las que se centran. Sin embargo, el rendimiento real a menudo diverge debido a la mecánica de los fondos. Como resultado, no todo el riesgo cambiario se eliminaría. Además, los ETF basados en divisas pueden ser costosos y típicamente cobran una tarifa del 1%.

Contratos a plazo para cubrir el riesgo cambiario

Los contratos a plazo son otra opción para mitigar el riesgo cambiario. Un contrato a plazo es un acuerdo entre dos partes para comprar o vender una divisa a una tasa de cambio predeterminada en una fecha futura. Los contratos a plazo se pueden personalizar por monto y fecha, siempre y cuando la fecha de liquidación sea un día hábil en ambos países.

Al bloquear el contrato a plazo, el inversor ahorró más de $9,000. Sin embargo, si la tasa se volviera más favorable, como 105.00, el inversor no se habría beneficiado del movimiento favorable de la tasa de cambio. En otras palabras, el inversor habría tenido que convertir los 10 millones de yenes a la tasa del contrato de 112.00, a pesar de que la tasa prevaleciente era de 105.00.

Opciones de divisas

Las opciones de divisas brindan al inversor el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una divisa a una tasa específica (llamada precio de ejercicio) en o antes de una fecha específica (llamada fecha de vencimiento). A diferencia de los contratos a plazo, las opciones no obligan al inversor a participar en la transacción cuando llega la fecha de vencimiento del contrato. Sin embargo, hay un costo por esa flexibilidad en forma de una tarifa por adelantado llamada prima.

En resumen, los inversores pueden experimentar el riesgo cambiario cuando el rendimiento de una inversión se ve afectado negativamente por las fluctuaciones en las tasas de cambio. Los inversores pueden cubrir sus apuestas contra el riesgo cambiario utilizando las tres estrategias resaltadas anteriormente. Al igual que en cualquier otra cosa, es importante realizar su debida diligencia investigando o hablando con un profesional financiero para asegurarse de que cualquier inversión que realice se alinee con su estrategia financiera.