Una Breve Historia de la Barrera Ética en Banca de Inversión
¿Qué es una “Muralla China” en el ámbito financiero?
Una “Muralla China” es un concepto ético de separación entre grupos, departamentos o individuos dentro de la misma organización, una barrera virtual que prohíbe las comunicaciones o intercambios de información que podrían causar conflictos de interés. Si bien este concepto existe en una variedad de industrias y profesiones, está más asociado con el sector de servicios financieros, específicamente en bancos de inversión, bancos minoristas y corredurías.
Este concepto ético se hizo popular después del colapso del mercado de valores en 1929, lo que llevó al Congreso a promulgar legislaciones para separar las actividades de los bancos comerciales y de inversión. A lo largo de las décadas, se han implementado legislaciones para regular el insider trading, aumentar los requisitos de divulgación y reformar las prácticas de compensación de corredores. Sin embargo, a pesar de estas regulaciones, muchas firmas de inversión continuaron involucrándose en prácticas fraudulentas, como se evidenció durante el colapso de las punto com en 2001 y la crisis de las hipotecas subprime en 2007.
La “Muralla China” y el Crack del Mercado de Valores de 1929
Derivado de la Gran Muralla China, la antigua estructura infranqueable erigida para proteger a los chinos de los invasores, el término “Muralla China” se incorporó al lenguaje popular y financiero durante principios de los años 30. Como respuesta al colapso del mercado de valores en 1929, atribuido en parte a la manipulación de precios y al uso de información privilegiada, el Congreso aprobó la Ley Glass-Steagall de 1933 que exigía la separación de las actividades bancarias comerciales y de inversión.
La intención principal de esta ley era prevenir conflictos de interés al evitar situaciones donde un corredor recomendaría a sus clientes comprar acciones de una empresa cuya oferta pública inicial (OPI) estuviera siendo manejada por sus colegas de banca de inversión. La “Muralla China” no era una barrera física, sino una ética que se esperaba que las instituciones financieras observaran, evitando que información interna o no pública se compartiera entre departamentos.
Discriminación Linguística y Racismo
El término “Muralla China” se considera insensible culturalmente y una manifestación ofensiva hacia la cultura china. A lo largo de los años, se ha argumentado en los tribunales en su contra, sugiriendo alternativas como “muralla ética” o “pantalla” para referirse al concepto de abordar conflictos de interés en diferentes industrias.
La “Muralla China” y la Deregulación de los Años 1970
Al abolir las comisiones de corretaje fijas en 1975, la preocupación por los conflictos de interés aumentó significativamente. Este cambio provocó una disminución de las ganancias en operaciones de corretaje, lo que se convirtió en un problema importante para los analistas de compra y venta de valores. Como resultado, se implantaron medidas regulatorias para abordar estos problemas y se fortaleció la separación entre analistas y suscripciones, junto con reformas en las prácticas de compensación que antes incentivaban a los analistas a proporcionar evaluaciones favorables a sus clientes de emisión de valores.
La “Muralla China” y el Auge de las punto com
Las “Murallas Chinas” volvieron a centrar la atención a finales de los años 90, durante la época dorada de las punto com, donde analistas influyentes promocionaban valores específicos fervientemente. Después del colapso de la burbuja punto com en 2001, se evidenciaron fallas en el sistema que permitieron prácticas cuestionables de analistas famosos, revelando conflictos de interés y falta de transparencia en sus recomendaciones.
¿Son Efectivas las Barreras Éticas?
Hoy en día, existen protecciones adicionales para evitar conflictos de interés en el mercado financiero, como la prohibición de vincular la compensación de los analistas al éxito de una OPI en particular, restricciones sobre la información que se proporciona a ciertos clientes, reglas contra operaciones personales de los analistas en valores que cubren y mayores requisitos de divulgación para proteger a los inversores.
Sin embargo, los legisladores aún se enfrentan al desafío de abordar los conflictos de interés que jugaron un papel en la crisis de las hipotecas subprime en 2007, reflexionando sobre si las “Murallas Chinas” ayudaron o dificultaron las prácticas que precedieron al colapso. Más allá de las cuestiones legales, estos eventos revelan verdades incómodas sobre ética, codicia y la capacidad de los profesionales para regularse a sí mismos.
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