Desastres naturales más grandes han causado cientos de miles de millones de dólares en daños. Huracanes y terremotos, sequías e inundaciones, tienen el poder de devastar las vidas de los residentes locales y generar gastos substanciales para los gobiernos y negocios. Desastres más grandes, como los huracanes Helene, Katrina y Harvey, han dejado cientos de miles de millones de dólares en daños a su paso.

¿Por qué es esto importante?

Es esencial comprender quién paga por estos desastres naturales y cómo afectan a la economía, así como a los contribuyentes y las empresas. Los datos meteorológicos sugieren que los desastres naturales están en aumento debido al desarrollo en áreas vulnerables y al cambio climático. Los impactos financieros de estos eventos se vuelven más costosos que nunca antes en la historia reciente.

¿Qué está ocurriendo y dónde?

Los eventos climáticos peligrosos siempre han existido, pero los datos gubernamentales indican que han estado sucediendo con más frecuencia en los últimos años. Según el Centro Nacional de Información Ambiental (NCEI), al menos 20 eventos climáticos y meteorológicos que causaron más de mil millones de dólares en daños impactaron a los Estados Unidos en 2024 solo. De 2019 a 2023, 102 eventos de este tipo causaron un total de $617.5 mil millones en daños.

  • En la década de 2010 a 2019, hubo 131 eventos climáticos que costaron más de mil millones de dólares cada uno, causando un promedio de $99.3 mil millones en daños por año.
  • Comparativamente, en la década anterior (2000-2009) solo hubo 67 eventos de esta magnitud en los Estados Unidos, con un costo promedio de $62 mil millones.

Una serie de factores contribuyen a este aumento, desde el mayor desarrollo urbano en áreas vulnerables hasta el cambio climático global que hace que estos eventos sean más frecuentes que en décadas anteriores.

¿Cómo ha ocurrido?

Los desastres naturales causan costos directos e indirectos a la economía. Los costos directos incluyen la reparación de edificios y hogares dañados, la restauración de carreteras y líneas eléctricas, mientras que los costos indirectos afectan a las comunidades locales a través de la interrupción de negocios y la imposibilidad de que los empleados puedan acudir al trabajo.

Los huracanes, en particular, han sido los eventos más costosos en la historia reciente, debido a la combinación de vientos fuertes y fuertes precipitaciones que pueden causar estragos en áreas geográficas extensas en cuestión de días u horas.

¿Quién paga por los desastres naturales?

Los gastos generados por huracanes y otros eventos son cubiertos generalmente por fuentes públicas y privadas. Por ejemplo, tras el huracán Harvey en 2017, aproximadamente $125 mil millones de dólares en costos fueron afrontados por fuentes como FEMA, la SBA, subvenciones estatales y locales, compañías de seguros privadas y organizaciones sin fines de lucro.

¿Cómo afectan los desastres naturales a los contribuyentes?

Los daños causados por huracanes y otras tormentas se esperan que cuesten al gobierno de EE. UU. alrededor de $17 mil millones al año. Los contribuyentes individuales también pueden enfrentar costos adicionales en forma de precios más altos para ciertos productos básicos perdidos debido a eventos climáticos extremos.

Impacto de los desastres naturales en la economía

A pesar de los graves impactos iniciales, los desastres naturales tienden a tener un efecto más regional en la economía y las empresas se recuperan rápidamente al reconstruir sus propiedades e inventarios. Incluso eventos como el huracán Harvey solo generaron una pequeña disminución en la producción económica, en comparación con el PIB de EE. UU. en 2017.

La historia ha demostrado que los desastres naturales pueden tener un impacto financiero significativo en gobiernos, negocios y ciudadanos. Con el aumento de eventos climáticos extremos debido al cambio climático, es crucial estar preparado para hacer frente a estos desafíos financieros en el futuro.