La buena voluntad se considera un activo de capital. Aunque puede ser un activo desarrollado internamente, la buena voluntad se deriva más comúnmente de la adquisición de una empresa por otra a un valor superior. Incluidos en el término de buena voluntad pueden estar cosas como la lista de clientes de una empresa, el valor asociado con un nombre de marca, relaciones sólidas con los clientes, empleados leales y tecnología propietaria.

¿Qué es la buena voluntad?

Como se mencionó anteriormente, la buena voluntad es un activo intangible. Esto significa que no es físico, por lo que no se puede sostener o manipular físicamente. Algunos ejemplos comunes de buena voluntad incluyen marcas, servicio y lealtad al cliente, propiedad intelectual y talento.

Las empresas pueden crear buena voluntad por sí mismas. Sin embargo, en muchos casos, se adquiere cuando una empresa compra otra. Por ejemplo, Google pagó $1.65 mil millones por YouTube en 2006. La compra permitió a Google adquirir a los suscriptores del sitio de intercambio de videos, lo que se considera buena voluntad. De manera similar, la compra de LinkedIn por parte de Microsoft por $26.2 mil millones en 2016 permitió a la empresa tecnológica acceder a la “masiva base de usuarios” del sitio de redes profesionales.

¿Por qué es importante la buena voluntad?

La buena voluntad es un activo valioso, distinto de los activos físicos, ya que proporciona beneficios de generación de ingresos continuos. Además, al no devaluarse como los activos físicos, la buena voluntad representa un activo estratégico para las empresas a largo plazo. Al tener componentes con valores subjetivos, existe el riesgo de sobrevaloración, lo que podría afectar negativamente a los accionistas en caso de adquisiciones mal valoradas.

Entendiendo los activos de capital

Un activo de capital es cualquier activo que no se vende regularmente como parte de las operaciones comerciales ordinarias de una empresa. Más bien, se posee y se mantiene debido a su capacidad para ayudar a la empresa a generar beneficios. Los activos de capital se esperan que ayuden a una empresa a generar beneficios adicionales o a ser beneficiosos para la empresa durante más de un año.

  • Los activos de capital representan una parte significativa de los activos totales de una empresa.

¿Cómo aumenta la buena voluntad el valor de una empresa?

La buena voluntad aumenta el valor de una empresa a través de sus activos intangibles, como marcas, base de clientes, tecnología, propiedad intelectual y otros activos que no se pueden manipular físicamente. Ayuda a reducir el riesgo de que la rentabilidad de una empresa disminuya, ya que los clientes tienen más probabilidades de comprar a una empresa con un buen nombre.

¿Qué es un activo de capital para las empresas?

Los activos de capital son activos significativos mantenidos por una empresa, como bienes raíces, vehículos, equipos y ciertas inversiones. Normalmente se mantienen durante más de un año y no están destinados a la venta durante su curso normal de operaciones. Pueden ser tangibles, lo que significa que se pueden mantener físicamente, o intangibles, lo que significa que no se pueden manipular. Las empresas suelen contabilizar los activos de capital en sus balances, deduciéndolos a lo largo de su vida útil útil.

¿Qué es un activo intangible?

Un activo intangible es un activo que no tiene forma física y no se puede sostener o manipular. Sin embargo, sigue proporcionando valor a la empresa que lo posee al ayudar a generar beneficios. Ejemplos de activos intangibles incluyen la buena voluntad, nombres de marcas, software, propiedad intelectual, marcas comerciales, patentes y listas de clientes.

La buena voluntad es un activo valioso que puede crearse o adquirirse, lo cual le agrega valor a una empresa al considerarse un activo de capital. Diferente de otros activos (generalmente tangibles), los activos de capital no se venden durante el curso normal de negocios de una empresa. Proveen un gran valor para la empresa, razón por la cual la buena voluntad a menudo se vende a un precio premium cuando una empresa adquiere a otra.