El crédito privado y el capital privado son activos alternativos que no suelen estar disponibles para el público en general. Estos activos pueden ser bastante rentables, pero también son riesgosos y tienden a mantener el capital bloqueado durante mucho tiempo, por lo que generalmente el comercio se realiza entre inversores institucionales e inversores acreditados.

¿Qué es el crédito privado?

Cuando inviertes en crédito privado, prestas tu dinero, principalmente a empresas, pero en ocasiones también a particulares, y generas ganancias mediante el cobro de intereses.

El crédito privado desempeña un papel importante en el sistema financiero al hacer préstamos disponibles a empresas que pueden no poder obtenerlos a través de bancos o de los mercados de deuda públicos. Los prestatarios que buscan estos préstamos privados, no bancarios, a menudo tienen calificaciones crediticias por debajo de la inversión de grado, lo que sugiere un mayor riesgo de que no puedan pagar sus deudas. Para compensar el mayor riesgo de impago, generalmente tienen que pagar tasas de interés más altas, lo que significa un potencial de mayores ganancias para los inversores dispuestos y capaces de asumir el riesgo.

Ten en cuenta que la inversión en crédito privado es similar a comprar un bono, pero con la diferencia de que el crédito privado no se negocia en los mercados públicos y generalmente no está disponible para el público en general. Los inversores en crédito privado tienen más probabilidades de ser reembolsados si el prestatario se enfrenta a la quiebra, ya que están realizando préstamos en lugar de adquirir una participación accionaria. Además, existe la posibilidad de diversificación, con la flexibilidad de invertir en diferentes tipos de préstamos con perfiles de riesgo/retorno distintos. Los préstamos privados a menudo tienen tasas de interés variables, lo que puede beneficiar a los inversores cuando las tasas aumentan. Sin embargo, dado los riesgos involucrados, las empresas de crédito privado suelen exigir a los inversores que cumplan con estrictos estándares de acreditación y que realicen una inversión mínima elevada.

¿Qué es el capital privado?

En lugar de hacer un préstamo, los inversores en capital privado adquieren una participación accionaria en una empresa. Estas firmas de capital privado suelen agrupar activos de inversores institucionales y acreditados en grandes fondos de inversión. Luego utilizan este dinero para adquirir empresas, lo que puede incluir la compra de empresas que ya son de propiedad privada o el control total de empresas públicas. Las firmas a menudo forman consorcios con otros inversores para realizar estas adquisiciones.

Una vez que una firma de capital privado ha tomado el control de una empresa objetivo, llevará a cabo una estrategia para aumentar el valor de su inversión. Esto puede incluir una reestructuración significativa o una reducción de costos. El objetivo es aumentar el valor y luego salir de la inversión, lo que se puede lograr mediante una venta a otro propietario o al hacer que la empresa se haga pública a través de una oferta pública inicial (IPO).

Diferencias clave

El crédito privado y el capital privado comparten algunas similitudes clave. Ambos representan inversiones alternativas que solo están disponibles de forma privada. Además, suelen tener estándares de acreditación e inversiones mínimas elevadas, lo que lleva a una concentración de inversores institucionales en ambas áreas. Las tarifas de administración también tienden a ser altas para estas inversiones privadas, pero los inversores son recompensados ​​con el potencial de ganancias considerablemente altas.

Existen algunas diferencias importantes a tener en cuenta. El capital privado implica adquirir una participación accionaria, mientras que el crédito privado representa un préstamo. Esto hace que los dos tipos de inversión sean bastante diferentes en términos de su perfil de riesgo y recompensa. Los inversores de capital privado pueden obtener ganancias enormes cuando la empresa en la que invirtieron se vende o se hace pública. Por el contrario, podrían perder toda su inversión si la empresa no tiene éxito. Mientras tanto, los rendimientos para los inversores en crédito privado son más predecibles, establecidos por los términos del préstamo y relativamente estables (siempre que el prestatario no incumpla).

¿Qué es mejor: crédito privado o capital privado?

Tanto el crédito privado como el capital privado son activos alternativos que pueden ser atractivos para los inversores que buscan diferentes beneficios para sus carteras. El crédito privado puede ser apropiado para inversores que buscan rendimientos relativamente estables y predecibles que a menudo superan a los bonos y otros activos de renta fija. El capital privado podría ser adecuado para aquellos que buscan altos rendimientos potenciales, aunque esto también conlleva riesgos elevados.

¿Qué tipos de inversores generalmente invierten en capital privado?

El capital privado a menudo requiere una inversión mínima elevada y un compromiso de capital durante años o incluso décadas. Dadas estas características, las empresas de capital privado generalmente evalúan a los inversores en función de estrictos estándares de acreditación. Por esta razón, los inversores institucionales y las personas con un patrimonio neto alto o una sólida experiencia financiera dominan el espacio del capital privado.

¿Por qué un inversor optaría por el crédito privado en lugar del capital privado?

Los inversores pueden elegir el crédito privado en lugar del capital privado si buscan rendimientos más predecibles y estables. Debido a que actúan como prestamistas en lugar de accionistas, los inversores de crédito privado asumen niveles más bajos de riesgo, pero sus ganancias potenciales se limitan a los intereses generados por el préstamo.

Conclusión

La inversión en crédito privado implica hacer préstamos a empresas o individuos y cobrar pagos de intereses, mientras que los inversores de capital privado adquieren una participación accionaria en una empresa cuyas acciones no se negocian actualmente en los mercados públicos. Ambas clases de inversión pueden ofrecer retornos potenciales más altos que sus contrapartes cotizadas en bolsa, pero también tienden a ser muy costosas, menos líquidas y menos transparentes, lo que las hace más apropiadas para inversores institucionales y acreditados.