En este artículo, vamos a explorar algunos hechos poco conocidos sobre cómo el Vaticano genera ingresos y administra sus finanzas. Dado que el Vaticano ha publicado muy poca información a lo largo de los siglos sobre sus finanzas e inversiones, la mayoría de las personas no saben cómo genera dinero como un estado independiente con su propia economía. Ubicado dentro de la ciudad de Roma, el Vaticano abarca 110 acres con una población de menos de 1,000 habitantes, lo que lo convierte en el país más pequeño del mundo. A pesar de su tamaño reducido, el Vaticano tiene un impacto significativo en el mundo financiero debido a sus inversiones de gran alcance que incluyen banca, bienes raíces y empresas privadas.
¿De dónde proviene el dinero del Vaticano?
El Vaticano es el país más pequeño del mundo, con una economía que se basa en una combinación de donaciones, empresas privadas e inversiones para generar ingresos. Aunque la economía del Vaticano está envuelta en secreto y algunas personas creen que sus números financieros son más generales que precisos, es importante destacar que la Santa Sede es el órgano rector de la nación y genera dinero a través de donaciones, invirtiendo luego una parte de ese dinero en acciones, bonos y bienes raíces. Asimismo, la Ciudad del Vaticano obtiene ingresos a través de las entradas a los museos y la venta de monedas, estampillas y publicaciones.
Inversiones de la Santa Sede
Históricamente, la Santa Sede ha invertido principalmente en industrias italianas, diversificando su cartera entre acciones y bonos, y limitando su participación en empresas a menos del 6%. Sus inversiones son conservadoras, optando por comprar y mantener empresas probadas en industrias sólidas; debido a esto, las inversiones en el mundo en desarrollo son limitadas. Sin embargo, sus inversiones recientes han sido más internacionales, particularmente en monedas y bonos de Europa Occidental, con cierta actividad en la Bolsa de Nueva York. La Santa Sede también tiene inversiones en bienes raíces en todo el mundo, particularmente en terrenos e iglesias.
Déficit de la Santa Sede
Durante muchos años, la Santa Sede ha operado con déficit. En 2012, se informó que la Santa Sede tuvo un déficit de $18.4 millones. Oficiales atribuyeron esto a la débil economía europea y al costo de pagar a sus 2,832 empleados, así como a la difusión de la fe católica a través de sus diversos medios de comunicación.
En septiembre de 2019, el cardenal alemán Reinhard Marx, a cargo del consejo económico del Vaticano, confirmó que el Papa Francisco le había instruido reducir los costos para eliminar un déficit estimado en alrededor de 70 millones de euros. El Papa Francisco también aprobó un presupuesto con un déficit de 49.7 millones de euros en 2021, afectado por la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19.
Los Ingresos de la Ciudad del Vaticano
En contraste con la Santa Sede, la Ciudad del Vaticano recibe ingresos de empresas más tradicionales. Con una fuerza laboral de aproximadamente 4,800 empleados, la Ciudad depende de unas pocas industrias pequeñas para generar dinero. La ciudad en sí, junto con la Capilla Sixtina, la Basílica de San Pedro y los museos del Vaticano, atrae a millones de turistas y peregrinos religiosos cada año.
La Ciudad recauda ingresos a través de las entradas a los museos, visitas turísticas, las codiciadas estampillas y monedas, y la venta de publicaciones. Sin embargo, el Vaticano no revela cuánto dinero recoge cada año a través de estas empresas.
El Banco del Vaticano
El papel del Banco del Vaticano es quizás la parte más controversial y menos entendida de las finanzas del Vaticano. Conocido también como el Instituto para las Obras de Religión, el Banco del Vaticano es un banco privado ubicado en la Ciudad del Vaticano fundado por el Papa Pío XII en 1942. A lo largo de las décadas, el banco ha sido centro de numerosos escándalos y acusaciones de mala gestión, lavado de dinero y fraude.
En febrero de 2018, el Banco del Vaticano anunció que su ex presidente y su abogado habían malversado 50 millones de euros a través de esquemas fraudulentos de bienes raíces y lavado de dinero. En su informe anual de 2018, el Banco del Vaticano informó de una ganancia de 19.8 millones de euros, lo que representó un descenso respecto a los 36 millones de euros de ganancia en 2017. Los activos del banco, valuados en aproximadamente 5.6 mil millones de dólares al final de 2018, consistían en inversiones y depósitos de casi 15,000 titulares de cuentas.
En 2022, el Papa Francisco emitió un rescripto, aclarando que el Banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), es exclusivamente responsable de gestionar los activos financieros de la Santa Sede y sus instituciones relacionadas. Este cambio refuerza la transferencia de todos los activos financieros que estaban fuera del IOR al banco del Vaticano.
Supervisión de las Operaciones Financieras del Vaticano
La supervisión de las finanzas del Vaticano se divide entre varias entidades. El Secretariado de Economía, dirigido por un cardenal, es responsable de los asuntos financieros. El Consejo para la Economía, compuesto por cardenales y expertos laicos, también supervisa las operaciones financieras. Auditores externos, como PricewaterhouseCoopers, revisan los estados financieros del Vaticano.
¿Las Finanzas del Vaticano están Sujetas a Auditorías?
Sí, las finanzas del Vaticano están sujetas a auditorías regulares. Firmas externas, como PricewaterhouseCoopers, realizan auditorías financieras para garantizar el cumplimiento de las regulaciones financieras y normas, promoviendo así la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Cómo Financia el Vaticano su Trabajo Caritativo?
El Vaticano financia sus actividades benéficas a través de diversos medios. Las donaciones, en particular a través de la colecta del Óbolo de San Pedro, son una parte sustancial del financiamiento. Además, los ingresos por inversiones y las ganancias generadas por las actividades comerciales del Vaticano, como sus museos, contribuyen a apoyar las iniciativas benéficas.
¿El Vaticano tiene Exención de Impuestos?
El Vaticano disfruta de un estatus de exención de impuestos dentro de su territorio, pero este estatus puede no extenderse a individuos o entidades asociadas al Vaticano, dependiendo de las leyes locales. En muchos países, las iglesias, incluido el Vaticano, están exentas de pagar impuestos.
En resumen, el Vaticano es el país más pequeño del mundo con una economía envuelta en secretismo. Muchos esperan que el Papa Francisco y sus reformas proporcionen transparencia, con la esperanza de que sus iniciativas aclaren los misterios que han rodeado las finanzas del Vaticano durante tantas décadas.
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