Pagar primero a ti mismo es una regla de oro que te diferenciará de las personas que apenas llegan a fin de mes: Págate primero a ti mismo. Significa apartar una porción realista de tu ingreso cada vez que recibes un salario y antes de empezar a gastarlo en cualquier otra cosa. La meta inicial es ahorrar lo suficiente para un fondo de emergencia que cubra los costos de una crisis. Sigue ahorrando y se convertirá en un fondo para tus otras necesidades y deseos.
¿Qué Significa Pagar Primero a Ti Mismo?
Pagar primero a ti mismo es un pilar de las finanzas personales. El concepto es simple: al pagarte primero, estás apartando dinero para el futuro, ya sea en una cuenta de ahorros normal o una cuenta de retiro. Haz esto antes de hacer cualquier otra cosa, ya sea pagar facturas, comprar alimentos, darle la mesada a tus hijos o adquirir un televisor nuevo.
Pensar en tus ahorros personales como el primer pago que debes hacer cada mes te ayudará a construir una gran riqueza con el tiempo. Comenzar con una cantidad pequeña, digamos $100 cada vez que recibes el salario, y usando deducciones automáticas de la nómina, probablemente ni siquiera notes el retiro después de unos meses. Incluso si comienzas con $25 o $50 al mes, estarás un paso adelante en el juego.
¿Por Qué es Importante Pagar Primero a Ti Mismo?
Este enfoque es una excelente manera de financiar compras planificadas más grandes. ¿Necesitas neumáticos nuevos para tu auto en seis meses? ¿Esperas hacer un viaje muy agradable? ¿Quieres ahorrar para la educación de tu hijo? Al pagarte primero, es más probable que tengas el dinero necesario para estas cosas cuando lo necesites. No tendrás que apresurarte en el último minuto o depender de una tarjeta de crédito con alto interés.
“Págate primero también puede ser una estrategia para hacer frente a gastos inesperados, como un techo con goteras o una costosa reparación de auto.”
Formas de Pagar Primero a Ti Mismo
La forma más sencilla de ahorrar es abrir una cuenta de ahorros en el banco donde tengas una cuenta corriente. Esto te brinda una forma conveniente de realizar transferencias o depósitos tan pronto como recibes el pago. Hazlo una transferencia automática, ya sea para cada salario o una vez al mes, lo que funcione mejor para ti.
La otra opción es abrir una cuenta en un banco en línea. Estos generalmente ofrecen tasas de interés más altas que los bancos tradicionales. Como no está vinculada a tu cuenta corriente, tendrás menos tentación de usarla sin una buena razón.
Si tienes acceso a un plan de retiro patrocinado por el empleador, como un 401(k), contribuye a eso en lugar de a una cuenta de ahorros. Tu dinero acumulará libre de impuestos, y muchos empleadores igualarán tu contribución, por lo que recibirás un poco extra.
Es Todo Acerca de la Psicología
Construir ahorros es un motivador poderoso. Obtendrás la satisfacción de ver tu saldo crecer mes a mes. Al priorizar los ahorros, te estás diciendo a ti mismo que tu futuro es lo más importante para ti. El dinero puede no comprar felicidad, pero puede proporcionar tranquilidad porque te brinda una mayor capacidad para hacer frente a la adversidad.
Cuando desarrollas una rutina, es probable que la mantengas. La mente humana anhela la estructura y un sentido de disciplina, incluso si vives al límite de vez en cuando. Cuando comienzas a ahorrar cada salario y sigues esa rutina, hay menos posibilidades de que te desvíes.
Maneja tus Deudas
Recuerda no descuidar tus obligaciones. Si estás nadando en deudas de tarjetas de crédito y préstamos personales, pon eso bajo control o paga completamente antes de comprometerte a ahorrar cada mes. Compara la cantidad de interés mensual que ganarás en tus cuentas de ahorros con cuánto pagarás de interés mensualmente en tus deudas. Si esta última supera a la primera, deberías pagar la deuda primero. No querrás que tus deudas te cuesten más dinero del que ahorras.
Conclusión
Pagarte primero fomenta hábitos financieros sólidos. Al deducir automáticamente una parte de tus ingresos, puedes apartar el dinero antes de que puedas encontrar formas de gastarlo. Sin embargo, es importante ser práctico. No sirve de nada ahorrar dinero regularmente cuando tienes deudas de tarjetas de crédito que te agobian. Establece una meta de ahorro realista y cúmplela.
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