Entender tus opciones puede ayudar a asegurar que tu jubilación no se vea comprometida

Revisado por Anthony Battle Divorciarse no solo puede tener un impacto emocional considerable, sino que también puede tener un impacto duradero en tus finanzas. Separar tus activos de los de tu cónyuge puede ser particularmente difícil si tu plan de pensiones está en juego.

Primeros pasos para proteger tu plan de pensión

Si te encuentras en proceso de divorcio, aquí hay cuatro formas de proteger tus beneficios de pensión tanto como sea posible:

1. Revisa las leyes de tu estado

El primer paso para manejar tu pensión mientras atraviesas un divorcio es conocer las reglas de tu estado. Aunque una pensión puede ser dividida entre cónyuges durante un divorcio, esa división no es automática. Tu futuro ex cónyuge tendría que hacer una solicitud específica para obtener una parte de lo que hayas acumulado antes de que el divorcio sea finalizado.

La persona debe presentar un documento conocido como una orden de relaciones domésticas calificada (QDRO, por sus siglas en inglés) antes de que cualquier beneficio financiero de una pensión o de otras cuentas de jubilación, como una cuenta 401(k), pueda ser otorgado.

En términos de cuanto está entitulado cada cónyuge, la regla general es dividir los beneficios de pensión obtenidos durante el matrimonio por la mitad. Aunque esto significa que tu cónyuge podría reclamar la mitad de tu pensión, está limitado a lo que se obtuvo durante el matrimonio.

Si estuviste inscrito en un plan de beneficios definidos durante 10 años antes de contraer matrimonio, por ejemplo, cualquier contribución tuya o de tu empleador hecha en tu nombre durante ese tiempo no contarían para el monto que tu cónyuge podría buscar en un divorcio.

2. Verifica los detalles de tu plan de pensión

Cuando te familiarices con las reglas que rigen la división de pensiones en tu estado, el siguiente paso es analizar detenidamente cómo funciona el plan. Hay dos elementos clave a los que debes prestar atención aquí. El primero es verificar el método por el cual se distribuyen los pagos y el segundo es si el plan ofrece un beneficio de supervivencia.

Con un plan de pensión de beneficios definidos, por ejemplo, normalmente tienes la opción de recibir un pago único o una renta mensual. Si tu plan ofrece un pago de por vida y eliges la opción de renta, los pagos se detienen al morir. Si el plan tiene un pago de por vida conjunta, los pagos continúan durante la vida del cónyuge sobreviviente.

Es importante entender cómo funciona el plan porque afecta cómo dividirás los activos como parte del divorcio. Por ejemplo, si tienes un pago de por vida, tu cónyuge está sujeto a la opción de pago que elegiste cuando te inscribiste.

Si tu plan ofrece beneficios para el cónyuge sobreviviente, lo más fácil puede ser persuadir a tu cónyuge a mantener ese beneficio, en lugar de buscar una distribución en un pago único. Tu ex debería incluir esos beneficios en su ingreso bruto, pero puede ser elegible para reclamar una deducción matrimonial para el impuesto sobre el patrimonio.

3. Propón una alternativa

Considera ofrecer a tu cónyuge otros activos si no quieres entregar la mitad de tu pensión. Puedes ofrecer la propiedad de una vivienda libre de hipoteca que poseen juntos. O considera comprar una póliza de seguro de vida igual a los beneficios de tu pensión y nombra a tu ex como beneficiario. En ambos casos, compensas lo que tu ex recibiría de la pensión con algo de igual valor.

Además, tu cónyuge puede tener una pensión u otros activos de jubilación para proteger. Si ambos tienen cuentas de jubilación que son relativamente similares en tamaño, acordar quedarse con lo que ya tienen puede ser una forma menos complicada de resolver el problema.

4. Consulta con un profesional

Siempre es una buena idea consultar a un profesional sobre tus opciones independientemente de tu situación, ya sea que te estés separando o que estés en medio de los trámites de divorcio. Hay personas en la industria que se especializan en la división de activos cuando los cónyuges se separan. A estas personas se les conoce como analistas financieros de divorcio certificados (CDFA, por sus siglas en inglés).

Los CDFA son profesionales capacitados que brindan a los cónyuges divorciados la experiencia necesaria para manejar sus activos. Trabajan en conjunto con abogados para tomar decisiones importantes sobre la división de activos.

Los analistas financieros de divorcio certificados no brindan asesoramiento o ayuda legal y nunca deben ser contratados en lugar de un abogado o mediador.

Cuando consultes a un CDFA, recopilará toda tu información financiera, te ayudará a establecer un presupuesto y objetivos clave, y determinará cualquier riesgo de inversión que puedas enfrentar. Luego revisará todos tus activos, incluidos los planes de jubilación y te asesorará sobre cómo la división de activos afectará tu futuro y cualquier implicación fiscal que puedas enfrentar.

Conclusión

Obtener un divorcio es estresante y es importante ser inteligente en la forma en que abordas los diversos problemas financieros. Esto es especialmente cierto cuando tu jubilación está en juego. Antes de firmar la división de tu pensión, tómate el tiempo para entender cuáles son tus derechos y las opciones que tienes para trabajar hacia un acuerdo que satisfaga tanto a ti como a tu futuro ex cónyuge.

Si tienes dudas, asegúrate de consultar a alguien que pueda ayudarte a guiar a través de los trámites. Los profesionales financieros, como los CDFA, se especializan en la división de activos durante los trámites de divorcio.