Las empresas y los gobiernos emiten bonos para recaudar dinero, y solo pagan la cantidad de intereses necesaria para atraer a los inversionistas. Una empresa o gobierno financieramente sólidos atraerán inversionistas con una tasa de interés que solo esté un poco por encima de la tasa de inflación. Un deudor con problemas financieros tendrá que ofrecer un mejor trato.

¿Qué son los rendimientos de los bonos y por qué son importantes?

El bono de bajo rendimiento es mejor para el inversionista que busca un activo prácticamente libre de riesgos, o para aquel que está diversificando su cartera manteniendo una parte en un activo de bajo riesgo. El bono de alto rendimiento es mejor para el inversionista que está dispuesto a aceptar un grado de riesgo a cambio de un retorno más alto. El riesgo radica en que la empresa o gobierno emisor del bono pueda incumplir con sus deudas. En el peor de los casos, que es la bancarrota, los tenedores de bonos son los primeros en la fila para el reembolso, pero recuperar todo o incluso parte del dinero invertido es una esperanza vana.

Entendiendo los Rendimientos de los Bonos

Los bonos realizan pagos periódicos de intereses, conocidos como cupones, al tenedor del bono. El contrato del bono, es decir, su escritura, detalla el momento y el método de pago.

Clasificaciones y lo que significan

La clasificación del bono te dice el grado de riesgo de que la empresa que lo emite incumpla con sus obligaciones. Mientras más baja sea la clasificación, más alto será el rendimiento. Mientras más alta sea la clasificación, más segura estará tu inversión.

En el mundo de la inversión, cualquier bono que no sea un bono del Tesoro de los Estados Unidos tiene cierto grado de riesgo, por mínimo que sea.

Las Clasificaciones y su Significado

Las tres principales agencias de calificación crediticia evalúan a los emisores de bonos en función de su capacidad para pagar intereses y principal según los términos del bono. Son Standard & Poor’s (S&P), Moody’s y Fitch Group.

  • La calificación más alta que puede tener un bono según S&P es AAA, y la más baja es CCC. Una calificación de D indica que el bono está en default. Los bonos calificados como BB o inferiores se consideran basura de baja calidad o especulativos.
  • Las calificaciones de Moody’s van desde Aaa hasta C, siendo esta última indicativa de default. Los bonos calificados como Ba o inferiores son de baja calidad o basura.
  • Las calificaciones de Fitch van desde AA+ hasta C. Cualquier cosa por debajo de BB- se considera altamente especulativa.
  • Bonos de Alto Rendimiento y Grado de Inversión

    Los bonos de alto rendimiento tienden a ser bonos basura que han recibido calificaciones crediticias más bajas. Existe un mayor riesgo de que el emisor incumpla. El emisor se ve obligado a pagar una tasa de interés más alta para atraer inversionistas.

    Los bonos de alta calificación se conocen como grado de inversión. Ofrecen rendimientos más bajos con mayor seguridad y una alta probabilidad de pagos confiables.

    Existe una diferencia de rendimiento entre los bonos de grado de inversión y los bonos de alto rendimiento. Generalmente, cuanto menor sea la calificación crediticia del emisor, mayor será la cantidad de interés pagado. Esta diferencia en los rendimientos varía dependiendo de las condiciones económicas y las tasas de interés.

    El Confiable T-Bond

    Desde la perspectiva del inversionista profesional, cada bono que no sea un bono del Tesoro de Estados Unidos tiene cierto grado de riesgo. El T-bond es el estándar de oro de los bonos de grado de inversión. Sus rendimientos son notoriamente bajos pero su confiabilidad es famosamente alta.

    En el otro extremo del espectro de riesgo, existen fondos cotizados en bolsa (ETF) que invierten únicamente en deuda de alto rendimiento. Estos ETFs permiten a los inversionistas obtener exposición a una cartera diversificada de bonos con calificaciones más bajas.

    Esta diversificación entre empresas y sectores brinda cierta protección contra el riesgo de incumplimiento. Aun así, una recesión o un período prolongado de alta volatilidad en el mercado puede llevar a que más empresas incumplan con sus obligaciones de deuda.