Los activos son clasificados según sus características financieras y comportamiento en el mercado, conformando lo que se conoce como una clase de activo. Algunos ejemplos de clases de activos principales incluyen acciones, bonos, mercado de dinero y bienes raíces.

¿Por qué las acciones son la clase de activo más riesgosa?

Las acciones son generalmente consideradas la clase de activo más riesgosa. Aparte de los dividendos, no ofrecen garantías y el dinero de los inversores está sujeto a los éxitos y fracasos de las empresas privadas en un mercado ferozmente competitivo.

La inversión en acciones implica comprar acciones de empresas privadas o de un grupo de empresas. Al hacerlo, se adquiere una participación en la propiedad de esas empresas. Cuando la empresa aumenta de valor, la inversión de los accionistas en la empresa también aumenta de valor. Sin embargo, cuando la empresa pierde valor, también lo hacen las carteras de los inversores que tienen fuertes inversiones en la empresa. Aparte de los dividendos, pagos en efectivo regulares disfrutados por los accionistas, las acciones no ofrecen pagos garantizados ni tasas de rendimiento. Un inversor puede obtener un rendimiento del 100 por ciento o más en una inversión en acciones en un año, pero también puede perder todo su capital. Es totalmente dependiente del rendimiento de la empresa.

Las personas que invierten en acciones deben sopesar el riesgo frente al rendimiento potencial. En finanzas, riesgo y rendimiento se correlacionan positivamente. Cuanto más dinero pueda ganar un inversor en una inversión particular, más dinero potencialmente puede perder. Las acciones ofrecen el potencial de obtener mucho dinero, ya que los inversores no están atados a una tasa de rendimiento fija, como el seis por ciento o el diez por ciento.

¿Por qué el mercado inmobiliario también es bastante riesgoso?

Después de las acciones, el mercado inmobiliario expone a sus inversores al mayor riesgo. La crisis de 2008 demostró que el mercado inmobiliario no siempre aprecia su valor. El mercado inmobiliario presenta riesgos adicionales que no están presentes en otras clases de activos. Los riesgos ambientales y los costos de mantenimiento deben ser considerados frente a las posibles ganancias al invertir en bienes raíces.

El mercado inmobiliario, considerado durante mucho tiempo más seguro que las acciones, mostró su lado oscuro a finales de la década de 2000, cuando los valores de las propiedades en muchas regiones de los EE. UU. disminuyeron. Al igual que las acciones, el mercado inmobiliario no ofrece garantías. Además, los inversores deben considerar los costos adicionales inherentes a los bienes raíces, incluidos los costos de mantenimiento, tarifas e impuestos sobre la propiedad. El techo no puede tener filtraciones en inversiones en acciones o bonos, pero sí puede tener filtraciones en un condominio de inversión en Florida.

La conclusión

Las acciones y el mercado inmobiliario generalmente exponen a los inversores a más riesgos que los bonos y el mercado de dinero. También ofrecen la posibilidad de obtener mayores rendimientos, lo que requiere que los inversores realicen un análisis de costos y beneficios para determinar dónde es mejor mantener su dinero.