En una economía lenta o una recesión total, es mejor vigilar tus gastos y no correr riesgos innecesarios que puedan poner en peligro tus metas financieras. Una recesión aumenta los riesgos para tu bienestar financiero. Estar preparado y tomar algunas medidas sencillas pueden ayudarte a sobrellevar la tormenta económica.

Riesgos financieros a evitar durante una recesión

A continuación, se presentan algunos riesgos financieros que debes evitar durante una recesión:

1. Ser co-firmante de un préstamo

Ser co-firmante de un préstamo es una responsabilidad riesgosa incluso en tiempos económicos favorables. Si el prestatario no realiza los pagos requeridos, el co-firmante deberá hacerlos en su lugar.

Durante una recesión, los riesgos asociados con ser co-firmante de una deuda son aún mayores, ya que tanto el prestatario como el co-firmante pueden enfrentar una mayor probabilidad de perder el empleo o una disminución en los ingresos comerciales.

Dicho esto, es posible que te encuentres en la necesidad de ser co-firmante de un préstamo para un familiar cercano o un amigo, independientemente de lo que esté ocurriendo en la economía. En esos casos, es recomendable tener algunos ahorros apartados como un colchón de seguridad. O en lugar de ser co-firmante, podrías ayudar con el pago inicial o hacer un préstamo personal en lugar de quedar responsable por el préstamo co-firmado.

2. Obtener una hipoteca con tasa de interés ajustable (ARM)

Cuando compras una casa, tienes la opción de obtener una hipoteca con tasa de interés ajustable (ARM) o una hipoteca de tasa fija.

Las tasas de interés suelen caer al comienzo de una recesión y luego subir a medida que la economía se recupera. Esto significa que la tasa de interés ajustable para un préstamo adquirido durante una recesión es probable que aumente una vez que termine la caída económica. Un préstamo a tasa fija con precio de recesión podría ser una mejor opción a largo plazo.

Es importante tener en cuenta que si bien las tasas de interés suelen caer al comienzo de una recesión, los requisitos de crédito suelen ser más estrictos, lo que dificulta que algunos prestatarios califiquen para las mejores tasas de interés y préstamos.

Debes considerar el peor escenario posible: pierdes tu empleo y las tasas de interés suben a medida que la recesión comienza a disminuir. Tus pagos mensuales aumentan, lo que dificulta mantenerlos al día. Los pagos atrasados y la falta de pago disminuyen tu calificación crediticia, lo que dificulta obtener un préstamo en el futuro.

Si calificas, una recesión puede ser un buen momento para asegurar una tasa fija más baja al refinanciar tu hipoteca. Sin embargo, debes tener precaución al asumir nueva deuda hasta que veas señales de que la economía se está recuperando.

3. Asumir nueva deuda

Tomar nueva deuda, como un préstamo de auto, una línea de crédito de vivienda o un préstamo estudiantil, puede no ser un problema en momentos de bonanza económica cuando puedes ganar lo suficiente para cubrir los pagos mensuales y aún ahorrar para la jubilación.

Sin embargo, cuando la economía empeora, tus riesgos aumentan, incluido el riesgo de que te despidan o pierdas ingresos comerciales. Si eso sucede, es posible que tengas que aceptar un trabajo o trabajos que paguen menos que tu salario anterior, lo que podría afectar tu capacidad de pagar tu deuda.

Tomar nueva deuda durante una recesión es riesgoso y debe abordarse con precaución. Paga en efectivo si puedes, o espera para realizar grandes compras.

4. Dar por sentado tu trabajo

Durante una desaceleración económica, incluso las grandes corporaciones pueden enfrentar presión financiera, lo que las lleva a buscar recortes de costos. Con demasiada frecuencia, eso significa despidos.

Debido a que los empleos se vuelven tan vulnerables durante una recesión, los trabajadores no pueden dar por sentado encontrar otro empleo, por lo que es sabio pensar detenidamente antes de renunciar a un trabajo cuando la economía pasa por un mal momento.

Además, los trabajadores mayores que se jubilan durante una recesión podrían ver disminuir sus ingresos y su cartera de jubilación sufrir justo cuando comienzan a retirar dinero. Si la economía está en caída libre cerca de la edad de jubilación, es importante considerar tus opciones. Incluso podrías considerar quedarte un año más o algo así.

5. Realizar inversiones riesgosas

Este consejo aplica a los propietarios de negocios. Siempre debes pensar en el futuro y en formas de hacer crecer tu negocio, pero una desaceleración económica puede no ser el mejor momento para hacer apuestas riesgosas.

Al comienzo de una recesión no es el momento para arriesgarlo todo. Más tarde, cuando la economía comienza a mostrar signos de una recuperación sostenible, es cuando debes pensar en grande.

Tomar prestado para agregar espacio o aumentar el inventario puede parecer atractivo, especialmente porque las tasas de interés probablemente sean bajas durante una recesión. Sin embargo, si el negocio se ralentiza aún más, como puede suceder durante una recesión, podrías enfrentar dificultades para realizar los pagos.

Espera hasta que las tasas de interés empiecen a subir y los indicadores económicos líderes para tu mercado o industria muestren signos de mejora.

Conclusion

No debes entrar en pánico ante una desaceleración económica, pero debes prestar mucha atención a tus gastos y ser cauteloso al tomar riesgos innecesarios.

Incluso en medio de una importante desaceleración económica, puedes tomar muchas medidas positivas para mejorar tu situación y hacer a prueba de recesión tu vida. Estas medidas incluyen adoptar un presupuesto realista, establecer un fondo de emergencia y generar fuentes adicionales de ingresos si es necesario.