Un stop-loss es una orden utilizada por inversores tanto en posiciones cortas como largas para protegerse de movimientos drásticos en el precio de un activo. La diferencia principal entre un stop-loss usado por un inversor con una posición corta y uno usado por un inversor con una posición larga radica en la dirección de ejecución del stop.

¿Qué es un stop-loss?

Un stop-loss es una orden condicional colocada en un valor que activa una orden de mercado una vez que el precio de ejecución se alcanza. Es comúnmente utilizado para limitar las pérdidas en una posición abierta al proteger contra movimientos desfavorables en el precio de un activo.

¿Cómo funciona para posiciones cortas y largas?

Para un inversor con una posición larga, el objetivo es que el precio del activo aumente. Por lo tanto, colocar un stop-loss que se active si el precio cae bruscamente tiene sentido para protegerse contra grandes pérdidas. Por otro lado, un inversor con una posición corta desea que el precio del activo disminuya. Colocar un stop-loss que se active si el precio sube bruscamente es una forma de protegerse en este caso.

¿Cómo se puede proteger un inversor con una posición corta?

Si un trader está vendiendo en corto acciones de una compañía ABC a $50, puede establecer un buy-stop order a $55 para protegerse de un movimiento por encima de este nivel de precio. Esto significa que si el precio sube a $55, la orden de protección se activará comprando las acciones cerca del precio actual.

Una forma adicional en la que un vendedor en corto puede protegerse contra un gran aumento de precio es comprando una opción de compra out-of-the-money. Si el activo subyacente se dispara, el trader puede ejercer su opción de compra de las acciones al precio de ejercicio y luego entregarlas al prestamista de las acciones utilizadas para la venta en corto.

¿Por qué es importante el uso de stop-loss?

El uso adecuado de stop-loss es crucial en la gestión de riesgos al operar en el mercado financiero. Ayuda a los inversores a limitar sus pérdidas y a proteger sus ganancias potenciales al establecer niveles de precio predefinidos en los que desean salir de una posición. Esto proporciona disciplina y control emocional en un entorno volátil como el mercado de valores.